Pedernales.- Las aguas negras procedentes del cementerio local amenazan seriamente la salud de los habitantes del barrio Las Mercedes, por lo que claman rápida solución al problema, antes de que sea demasiado tarde.
Cuando llueve las aguas negras se desplazan desde el campo santo, arrastrando consigo todo tipo de desperdicios, inundando las calles, aceras y contenes del barrio, donde permanecen posadas hasta por meses, emanando olores nauseabundos.
"En varias oportunidades hemos puesto el caso en conocimiento de la síndica, Adalgiza Matos y de la provincial de Salud Pública, quienes hacen caso omiso, creemos que para actuar, están esperando que surjan brotes epidémicos", expresó Ángela Méndez.
En tanto el presidente de la Junta de Vecinos, Andrés Heredia y José Morillo, miembro, dijeron que la síndica en una ocasión mandó hacer una evaluación del problema, determinando la necesidad de construir un pequeño muro o badén para desviar las aguas.
"Todo se ha quedado en palabras, mientras Adalgiza Matos se mantiene de brazos cruzados y ni siquiera se refiere al tema", comentaron los dirigentes barriales, quienes criticaron a la funcionaria municipal, así como a las autoridades de Salud Pública.
Otros comunitarios coincidieron en que de las aguas posadas beben animales domésticos, mientras que niños, cuando sus padres se descuidan se bañan en ellas, sin saber al peligro que se exponen.
Muchas sepulturas del cementerio están destruidas y huesos humanos andan por doquiera, llenando de agua putrefacta el lugar cada vez que llueve.
Ya ni los difuntos se salvan de los delincuentes, porque hasta las cruces se las roban y se las cambian que ningún familiar sabe cual es su difunto cuando sucede esta acción, por favor hagan, dijeron.
El Campo Santo permanece a oscuras, porque se les robaron las lámparas y al parecer no hay un sereno que cuide el mencionado lugar, piden la rápida solución al problema que aqueja en el sector.
