El presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH), Manuel Cabrera, dijo que los empresarios tienen fe en que el vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Celso Marranzini, cumpla con sus primeros pronunciamientos, de que todo el mundo tendrá que pagar la luz para poder solucionar el problema.
Advirtió que el problema eléctrico necesita de la participación de todos los dominicanos sin distinción, porque a su entender Marranzini ni el presidente Fernández van a solucionar solos el problema.
“Ellos pueden plantear soluciones, pero tenemos que colaborar todos los ciudadanos de este país para solucionar el problema”, sostuvo el dirigente empresarial entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa “Esferas de Poder”, que se transmite los domingos de 5:00 a 6:00 de la tarde, por Santo Domingo TV.
En otro orden, Cabrera consideró que el 2009 ha sido uno de los años más difíciles que ha tenido el país en las últimas décadas, como consecuencia del impacto que ha tenido la crisis económica mundial.
“Estamos viendo una desaceleración económica importante, que ha afectado todas las actividades del país en el área económica”, manifestó.
Comentó que los empresarios industriales han sido los más tocados por las disminuciones que ha tenido el país, porque hay sectores como los servicios y el turismo, que han tenido un impacto menor porque son actividades que fueron programadas antes de comenzar la crisis.
Asimismo, consideró que con los recursos que recibirá el país del Fondo Monetario Internacional, los bancos Interamericano de Desarrollo (BID) y Mundial (BM) debe ser resuelto el problema de la caída de los ingresos del Estado, que ha imposibilitado la inversión pública.
“Estos fondos van a venir con restricciones y controles establecidos por estos organismos, de modo que nosotros esperamos que sean invertidos apropiadamente en actividades que estimulen la economía”, dijo.
Cabrera indicó que esta de acuerdo con la firma de un nuevo acuerdo con FMI, al tiempo que cifra su esperanza en que el Estado invierta esos fondos adecuadamente, con el objetivo de ayudar a enfrentar la crisis.