Llueve sobre mojado en el tema de lo que no se comprende, ni se sabe si un día quedará claro para dominicanas y dominicanos. Esto viene a cuento, luego de escuchar la aseveración del ex presidente de la Cámara de Cuentas, Andrés Terrero, acerca de que fue incorrecta la forma en que el Senado de la República emitió cheques equivalentes a RD$7 millones, con los cuales los senadores comprarían útiles escolares para repartir en sus comunidades.
Ocurre como si a una falla continuara la otra y, aunque es viejo el refrán que es de humanos equivocarse, cuando los errores se repiten, una tras otro, se arruina, sin duda, la consabida confianza.
Que hayan existido ocultamientos e irregularidades, así como ilegalidades en el doble endoso de los cheques, sabe a hiel y tampoco convencen, ni esclarecen para nada las afirmaciones del presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, cuando asegura que son “sectores que buscan chantajear”.
No se trata de analizar en estas líneas si debe el Departamento de Investigación (DNI), investigar la emisión de dichos cheques; ni siquiera profundizar en lo que no parece tener sentido, sobre todo si se habla del Senado de la República. Vamos tan sólo a recordar que la sociedad dominicana está hastiada de tantos dimes y diretes que sólo enturbian la institucionalidad del país y su democracia.
“Más de los mismo”, sentencia Galiano y ahí parece que nos quedamos hasta que se demuestre lo contrario.