La Fundación Joaquín Balaguer debe convertirse en una de las principales entidades de difusión cultural en la República Dominicana, dando a conocer la fecunda vida y la obra del excepcional estadista y estimulando el cultivo de los valores patrióticos y culturales.
La afirmación la hizo el canciller Carlos Morales Troncoso, quien acompañó al presidente Balaguer como Vicepresidente de la República en dos ocasiones, en el marco de una visita que hiciera a la fundación, la que dijo debe abrirse a la sociedad dominicana.
“Con esta apertura, la gente puede apreciar la humildad que caracterizó siempre la vida de ese gran hombre, que gobernó el país por más de veinte años y en cuya vivienda la única riqueza material estuvo representada en sus libros”, expresó.
Sostuvo que la mayoría de los volúmenes de su extensa biblioteca fueron donados en vida a la biblioteca de una conocida institución académica del país.
Morales Troncoso, quien fue invitado por los principales directivos de la fundación, Rafael Bello Andino y Joaquín Ricardo, manifestó que las puertas de esta casa deben ser penetradas regularmente por grupos de estudiantes de todos los niveles, para que aprendan el mensaje de que humildad y grandeza pueden confluir, ser hermanas gemelas, como lo fueron en la vida del extinto líder reformista.
Ese mensaje –agregó- es particularmente valioso en estos momentos en que la sociedad mundial está ahogada por el afán de posesiones materiales que empujan en muchos casos a la juventud a la búsqueda de riqueza fácil, sin importar consecuencias.
“Durante décadas esta sencilla casa fue el centro del poder político del país”, abundó el ingeniero Morales Troncoso en presencia de los principales ejecutivos de la fundación y de un grupo de destacadas personalidades invitadas a la actividad.
Explicó que ahora conviene convertirla en el centro de la actividad cultural de la nación, por lo que sugirió que con los aportes generosos y desinteresados de amigos, colaboradores y simpatizantes del gran estadista, así como de otros dominicanos que desean lo mejor para sus conciudadanos, “debemos proyectar la luz de la cultura, organizando intercambios culturales, patrocinando concursos sobre diferentes aspectos del saber y estimulando todo cuanto conlleve a la elevación del espíritu”.
Morales Troncoso dijo que de igual manera, con la colaboración de amigos, simpatizantes y otros dominicanos de bien, la Fundación podría emprender de inmediato las gestiones necesarias para recuperar la edificación contigua, la famosa Máximo Gómez 25, donde originalmente habitó el extraordinario gobernante para convertirla en el Museo Joaquín Balaguer.
“Este museo se haría un homenaje permanente a uno de los dominicanos más ilustres de todos los tiempos, a la vez que un faro luminoso que señale con el ejemplo de su vida los caminos que conducen al desarrollo en paz y en libertad para el pueblo dominicano”, resaltó.
Bello Andino y Ricardo invitaron a Morales Troncoso a un recorrido por las diferentes dependencias de la vivienda, como el dormitorio, su oficina personal y la biblioteca, lo que describió como “testigos de sus desvelos y de su entrega sin condiciones a la causa de la República”.
El canciller estuvo acompañado por viejos amigos del presidente Balaguer, como don Antonio (Papía) Najri Acra, Guaroa Liranzo, ingeniero Rafael (Tato) Bisonó, José Rafael Alvarez (Don Chicho), Leonardo Matos Berrido, Víctor –Ito- Bisonó Haza, José Manuel Trullols y los arquitectos Eugenio Pérez Montás, Rafael Tomás Hernández y Sussie Gatón, así como por Guido D’Alessandro, Ricardo Canalda, César Dargam, entre otros.