Hace exactamente un año, el 16 de agosto de 2008, el presidente Leonel Fernández Reyna inició su tercer mandato presidencial en la República Dominicana, para un nuevo período de cuatro años al frente del país.
Ese 16 de agosto, Fernández pronunció un discurso pleno de optimismo, pero con detalles explícitos del sombrío escenario económico del mundo y, particularmente, su repercusión en el país, con los consecuentes efectos secundarios de dicha depresión global.
La prensa dio a conocer entonces las medidas de austeridad propuestas por orden expresa del presidente reelecto, a fin de realizar todas las actividades previstas “sin oropel ni derroche”.
Hubo términos que trascendieron al momento, sobre todo lo relacionado con la estrategia del gobierno para afrontar los efectos de la crisis petrolera y alimenticia mundial, que según se divulgó en esos días, no quería decir “que el gobierno esté esperando el 16 de agosto para comenzar a implementar algunas medidas urgentes destinadas a amortiguar los efectos de esta crisis. De hecho, ya se está trabajando en la aplicación de algunas de ellas”, señalaban algunas fuentes.
Este 16 de agosto, la población dominicana vuelve a esperar atenta las palabras del presidente de la República y a las “áreas estratégicas” que debió enfrentar su gobierno en 2008, se suman otras políticas públicas que deberán enfrentar, sobre todo la corrupción que ha invadido la sociedad e infectado un número de importantes organismos.
Dominicanas y dominicanos vaticinan cambios y medidas, no prometedoras y realizables, sino concretas en el “aquí- ahora”, que ya no pueden posponerse más… Ojalá se hubieran visto signos o señales desde hace tiempo. No obstante, la comparecencia del Jefe de Gobierno este 16 de agosto es, en verdad, muy esperada…