Aún sigue la pregunta en pie y todavía nadie la responde a ciencia cierta, acerca de ¿quiénes redactaron la Constitución de la República Dominicana y sus propuestas?
No, no son “iluminados” los encargados de tal responsabilidad y, como reflexiona Adriano Tejada en su columna A.M., titulada “Qué Pena”, del periódico Diario Libre, se olvida la Consulta Popular y su votación mayoritaria con relación a una serie de proyectos constitucionales que no llegaron a ser conocidos y que en el decir popular, se están haciendo de acuerdo a “la ¨mardita¨ gana de unos pocos…”
¿Seguirá siendo entonces la Carta Magna de la Nación un traje moldeable que responde a intereses políticos y afanes de poderío?
Mucho se han demorado los análisis, para que aún se navegue en ires y venires tormentosos, sin soluciones que aporten lo que tanto se sueña y sólo queda en las penumbras irrealizables de las utopías: una democracia a la altura de los problemas que enfrenta el país y que acabe de dar verdadera paz a la población, realmente cansada de que se repita su nombre, sin que sean escuchadas sus más genuinas voces, sobre todo cuando de constitucionalidad se habla.