Tegucigalpa.- El designado presidente Roberto Micheletti dijo que no permitirá el retorno del depuesto gobernante Manuel Zelaya y criticó al embajador estadounidense en Tegucigalpa por reunirse con el mandatario derrocado en Managua.
"Repito con claridad que si hay una solución que contemple mi retiro (del cargo), lo haré con todo gusto, pero tampoco Zelaya regresará a Honduras como gobernante… y él puede venir a los tribunales, que lo esperan, pero bajo ninguna circunstancia lo dejaremos tomar posesión del gobierno", dijo el mandatario designado la noche del jueves.
"El embajador (Hugo Llorens) cometió un grave error… y ese es un acto de intromisión" en los asuntos internos hondureños, señaló.
Una persona resultó herida el viernes cuando la policía desalojó con gases lacrimógenos a manifestantes que bloqueaban la carretera Panamericana en Santa Rosa de Copán, a unos 300 kilómetros al oeste de la capital.
"Ignoramos aún los detalles, pero hay un número no determinado de detenidos", dijo a la AP el vocero policial Daniel Molina.
La esposa de Zelaya, Xiomara Castro, estuvo el viernes al frente de una marcha en la capital, tras retornar la víspera de la frontera con Nicaragua. donde aguardó tres días sin éxito un permiso de las autoridades para reunirse con su marido.
Destacó que "los golpistas están desesperados y la fuerza es el único recurso que les queda, lo que no aceptamos ni permitiremos porque creemos en la paz y la libertad… esas son nuestras armas", dijo a los simpatizantes de su esposo que participaban de la manifestación.
Un enfrentamiento entre seguidores de Zelaya y la policía dejó el jueves 26 lesionados y 88 detenidos. El gobernante fue depuesto por un golpe militar el 28 de junio y el congreso designó a Micheletti.
César Ham, candidato presidencial del izquierdista Partido Unificación Democrática y líder de los manifestantes, dijo en el evento de la capital que "en las calles estamos y aquí estaremos hasta que regrese Zelaya y caiga la dictadura golpista".
El portavoz de las fuerzas armadas, coronel Ramiro Archaga, afirmó a la AP que "las instrucciones del señor presidente son claras: no se permitirá que pequeños grupos antisociales alteren el orden".
Señaló que "en nuestra misión de apoyar la policía a mantener el orden interno, no usamos armas de fuego", como lo han denunciado algunos protestantes. "Ellos son los que nos lanzan piedras y palos".
Un ex funcionario hondureño dijo el jueves que Micheletti ha retirado su rechazo a la posibilidad de que Zelaya vuelva a la presidencia, pero quiere concesiones para tranquilizar a los empresarios reticentes.
La fuente, quien solicitó permanecer en el anonimato por no tener autorización para divulgar los detalles de una conversación privada, dijo a la AP que el jefe del gobierno de facto le comunicó al mediador, el presidente costarricense Oscar Arias, que la puerta estaba abierta para la restitución de Zelaya.
Micheletti advirtió el jueves que "si en un momento determinado (Zelaya) se sale de esa montaña (de Nicaragua, donde anunció que se prepara para reasumir el poder) donde hace de guerrillero, y no sigue pensando en la presidencia, buscaría una tercería para que no haya más problemas porque quiero paz y tranquilidad en mi país".
La tercería sería el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera.
La Corte Suprema criticó el viernes la decisión de Washington de cancelar la visa de entrada a Estados Unidos a su magistrado liberal Tomás Arita, medida que consideró "con el ánimo de ejercer presiones sobre actuaciones legítimamente enmarcadas en la ley y la independencia de los jueces".
Estados Unidos revocó visas también al ministro de Defensa, Adolfo Sevilla, el comisionado de derechos humanos, Ramón Custodio, y el presidente del Congreso, Alfredo Saavedra.