El sacerdote Wilfredo Montaño, párroco de la parroquia Santa Clara de Asís del barrio Capotillo, calificó como justa la protestas realizadas por los grupos populares, tras aclarar que no está de acuerdo con la forma utilizada para luchar.
Sostuvo que las partes en pugnas deben juntarse y dialogar para buscar soluciones concretas, que no se quede en simple pedazo de papel, sino que se lleven a la realidad.
Precisó que son justas porque los ciudadanos no tienen luz, comida, salubridad, empleos, no se respeta la vida, pese a que es sagrada y un don de Dios.
“Los moradores de Capotillo son seres humanos y hay que respetarles sus vidas, por que así como algunos funcionarios tienen derecho a comer, nosotros también tenemos derecho a vivir, comer, tener paz y recibir agua potable”, dijo.
El párroco rechazó que las protestas estén apadrinadas por narcotraficantes, como había declarado el secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda. “Si el dice que eso es así, lo que tiene que hacer es agarrar a los padrinos y meterlos presos”, sentenció
El prelado católico dijo que esa denuncia es una acción irresponsable, tras aclarar que relacionar el narcotráfico con la lucha justa de Capotillo es un crimen.
Indicó que las drogas no llegan de Capotillo al país, sino por aviones y barcos, lo que evidencia la ineficiencia de las autoridades competentes.
El padre Montaño ofreció sus declaraciones al participar en una rueda de prensa, donde reiteró que con miras a la segunda lectura del tema del aborto en la Asamblea Revisora, la iglesia católica mantendrá su posición de rechazo a la despenalización del aborto.
