Ciudad del Vaticano.- Benedicto XVI recibió hoy en el Vaticano al presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, con quien analizó la situación política y social de la península coreana y los efectos de la crisis económica en los países más débiles, informó el Vaticano.
El Papa y Lee Myung-bak hablaron a solas, con dos intérpretes, durante media hora, en un ambiente de "cordialidad", según destacó el Vaticano, que precisó que durante el coloquio también analizaron las relaciones bilaterales y el diálogo interreligioso.
"Durante los coloquios se han analizado los efectos de la crisis económica mundial, especialmente sobre los países pobres, y la situación política y social en la península de coreana", señaló el Vaticano en un comunicado.
El Papa y el mandatario coreano destacaron las "buenas relaciones" existentes entre Corea del Sur y la Santa Sede y analizaron, asimismo, el diálogo ecuménico interreligioso y la cooperación entre la Iglesia Católica y el estado coreano en el campo educativo y social, agregó la nota.
Sobre la situación en la península coreana, el primer ministro japonés, Taro Aso, que participa en el G-8, dijo ayer que espera que de la declaración final de la cumbre salga una condena firme del programa nuclear y de misiles de Corea del Norte, país que Tokio considera la mayor amenaza para la paz en el mundo.
Lee Myung-bak, que se encuentra en Italia participando en la cumbre del G-8 de L’Aquila, llegó al Vaticano acompañado de su esposa, que vestía un traje blanco, el color de la paz en el país asiático, y un reducido séquito.
El político chino regaló al Papa dos grandes fotos artísticas en blanco y negro, una sobre los funerales del cardenal Kim (fallecido el pasado mes de febrero) y otra de un monje rezando.
Lee Myung-bak regaló asimismo al Pontífice dos libros sobre el cristianismo en su país.
El Papa le correspondió con las medallas del Pontificado.
Con motivo del G-8, destacados políticos han venido, o lo harán, los próximos días, al Vaticano para entrevistarse con Benedicto XVI.
El pasado día 7 recibió al primer ministro de Japón, el católico Taro Aso, con quien analizó la crisis económica mundial y el compromiso de Tokio y de la Santa Sede para ayudar a Africa.
Ayer recibió a las esposas de varios de los jefes de Estado y de Gobierno que asisten en L’Aquila a la cumbre del G-8, entre ellas las primera dama de México, Margarita Zavala de Calderón, y la mujer del primer ministro británico, Sarah McCaulay.
Hoy, además del mandatario coreano, también se entrevistó con él el primer ministro de Australia, Kevin Rudd, con quien analizó la situación internacional, el respeto de la libertad religiosa y el problema del medio ambiente.
Mañana tiene previsto recibir en audiencia al presidente de EE.UU, Barack Obama, que acudirá al Vaticano acompañado de su esposa Michelle, en la primera visita del mandatario a la Santa Sede.
El sábado, 11, recibirá al primer ministro de Canadá, Stephen Harper, otro de los líderes del G-8. EFE
