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Cirugía robótica de próstata para cáncer recurrente

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La cirugía robótica que permite ahora extraer la próstata con mayor precisión en los casos en que se opera como primera opción de tratamiento para el cáncer, también está resultando útil en aquellos casos donde se opera después que se han usado sin éxito otros recursos, tales como radiación o crioablación.

Un ejemplo de tal aplicación es el caso en Miami de D. Stuart, un paciente jamaiquino de 65 años, quien hace cinco años fue diagnosticado con cáncer de próstata. Entre las varias opciones de tratamiento que se le ofrecieron en ese momento, él se decidió por la crioablación, o eliminación del tumor canceroso por medio de congelación.

“Todo iba muy bien hasta que mis pruebas de antígeno en los chequeos regulares comenzaron a indicar que el cáncer había regresado. Se me volvió a ofrecer otra crioablación, pero como no había resultado efectiva la primera vez, pensé que era mejor buscar otra alternativa. Consideré ir a otro país para hacerme una terapia llamada HIFU, [eliminación del tejido maligno por medio de ultrasonido de alta intensidad]. Finalmente encontré la alternativa en la cirugía robótica. Me operaron aquí mismo en el Sur de la Florida hace casi un año, y ahora estoy perfectamente bien, me siento muy feliz”, cuenta Stuart.

El urólogo que operó a este paciente por medio de un robot, Dr. Paul Kahn, afiliado al Westside Regional Medical Center, explica que estos casos son particularmente delicados.

“Este tipo de cirugía se llama Prostatectomía Radical Laparoscópica Robótica de Salvamento (en inglés Salvage Robotic Laparoscopic Radical Prostatectomy). Eso quiere decir que se remueve la próstata después de un tratamiento inicial que ha fracasado. La cirugía es mucho más compleja que la de un paciente que nunca ha recibido ningún tratamiento. La razón es que en la radiación o la criocirugía la próstata de adhiere a varias de las otras estructuras adyacentes. Se puede fusionar a la pared del recto, haciéndose un poco más difícil de resecar sin dañar el recto”, dice el especialista.

En el caso del paciente Stuart, la cirugía no tuvo complicaciones y se lograron preservar funciones claves como la continencia urinaria.

Según información suministrada por el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, aunque técnicamente es un desafío, la prostatectomía de salvamiento provee un excelente control local del cáncer de próstata. La prostatectomía radical de salvamento ofrece resultados intraoperatorios y postoperatorios similares a los de aquellos hombres a los que se practica prostatectomía radical.

El Dr. Kahn agrega: “la cirugía robótica en estos casos es un desafío, pero al final los resultados son mejores para el paciente”.
Los procedimientos considerados como de “salvamento” (“salvage”) no se refieren únicamente a cirugía, pero sí es esta la más segura de todas las opciones luego que el cáncer recurre.

El Sloan-Kettering explica que “las opciones de tratamiento de salvamento varían grandemente para los hombres con recurrencia de cáncer de próstata luego de una terapia de radiación. Estas opciones incluyen observación continua; terapia hormonal inmediata, continua o intermitente; o más terapia local con ablación por radio-frecuencia termal, o ultrasonografía de alta intensidad y enfocada (HIFU); o crioablación de salvamento, braquiterapia de salvamento, o prostatectomía radical de salvamento. De todos estos tratamientos, sólo la prostatectomía radical de salvamento ha demostrado eliminar el cáncer durante 10 años o más”.

No todos los pacientes con recurrencia de cáncer de próstata son candidatos para una cirugía de salvamento. Según los diferentes expertos, los candidatos para una operación de salvamento deben tener buena salud en general, tener una expectativa de vida superior a 10 años y tener un tipo de cáncer que sea curable por medio del procedimiento que se va a realizar, preferiblemente cuando el cáncer no ha salido de la próstata. En los casos en que el cáncer ya ha pasado a otros órganos, una prostatectomía no resolvería el problema.

PREVENCION

La causa exacta del cáncer de próstata no se conoce, en este momento no es posible prevenir la mayoría de casos de esta enfermedad. Muchos de los factores de riesgo, tales como edad, raza e historial familiar, no se pueden controlar. “Sin embargo, basados en lo que sabemos, algunos casos se pueden prevenir”, expresa la Sociedad Americana del Cáncer (SAC).

“Usted puede reducir el riesgo de cáncer de próstata cambiando su régimen alimentario, pero los resultados de las investigaciones aún no son claros”, expresa esta organización.

La SAC recomienda escoger comidas y bebidas en cantidades que permitan lograr y mantener un peso saludable, comer una variedad de alimentos saludables con énfasis en plantas, limitando el consumo de carnes rojas, especialmente las procesadas y de alto contenido de grasa.

“Coma 5 o más porciones de fruta y vegetales cada día. Panes de grano entero, cereales, pasta y frijoles (judías) también se recomiendan. Estas recomendaciones de nutrición también pueden reducir el riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer, así como otros problemas de salud”.

La Sociedad expresa que los tomates (crudos, cocinados o en productos tales como salsas), la toronja rosada y la sandía son frutas ricas en licopenes. Estas substancias, como vitaminas, son antioxidantes que ayudan a prevenir daños en el ADN (estructura genética). Algunos estudios tempranos sugirieron que los licopenes podrían ayudar a reducir el cáncer de próstata, pero estudios más recientes no han encontrado un nexo entre los niveles de licopenes en la sangre y el riesgo de cáncer de próstata. Las investigaciones en esta área continúan.

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