Nueva York- Incluso un período corto de cesación tabáquica antes de una cirugía contra cánceres de boca y garganta mejora la curación de heridas, según reveló una nueva revisión de estudios.
Asimismo, si el paciente permanece sin fumar, el riesgo de recurrencia disminuye sustancialmente.
No obstante, se necesita abandonar el hábito completamente, ya que simplemente disminuir la cantidad de cigarrillos que se fuman por día genera poco beneficio, señaló el doctor Richard O. Wein, del Centro Médico Tufts, en Boston, en Archives of Otolaryngology–Head and Neck Surgery.
Pese a que hay informes contradictorios sobre el impacto de la cesación tabáquica de corto plazo, Wein dijo que los estudios que indicaban un impacto negativo de continuar con el uso de tabaco sobre la función pulmonar y la curación de heridas posoperatorias "superaban ampliamente a los que minimizaban ese efecto".
Además, varias investigaciones indican un mayor riesgo de recurrencia o desarrollo de un segundo cáncer en los pacientes que continuaban fumando después de ser diagnosticados sus tumores.
Un estudio, por ejemplo, reveló que el 40 por ciento de los pacientes que siguieron fumando después de ser tratados por un tumor en la cavidad oral tenían recurrencia o desarrollaban un segundo cáncer.
Desafortunadamente, las personas con un diagnóstico de cáncer de boca o garganta no suelen tener la posibilidad de tomarse dos meses para dejar de fumar antes de la cirugía, dado que la operación es necesaria rápidamente, señaló Wein.
"En estos escenarios, pese a que el impacto de la cesación tabáquica prequirúrgica de corto plazo (menos de dos semanas) sobre el curso posoperatorio sería modesto, los beneficios cardiopulmonares a largo plazo y la posible reducción del desarrollo futuro (de tumores) relacionados con el cigarrillo ante la cesación sostenida son innegables", concluyó el autor.
