Algún día el cáncer será curado simplemente con pastillas, como lo son hoy en día las infecciones y un sinnúmero de enfermedades que en otras épocas eran mortales.
Novedosos medicamentos están saliendo al mercado para tratar el cáncer controlando el comportamiento de las células. Las células son las unidades fundamentales más pequeñas que forman los tejidos de los organismos vivos. Básicamente el cáncer es un crecimiento anormal e incontrolado del número de células en un lugar del cuerpo.
Esas células se llaman malignas porque su crecimiento es incontrolado, se dividen sin razón, cada una en dos, esas dos en cuatro y así sucesivamente, formando tumores que interfieren con el funcionamiento de los órganos y debilitan al enfermo con resultados fatales si no se tratan.
Uno de tales medicamentos es el Gleevec o Glivec (Imatinib), que según el Instituto Nacional del Cáncer, de los Estados Unidos, “es una droga usada para tratar diferentes tipos de leucemia y otros cánceres de la sangre, tumores gastrointestinales, tumores de la piel llamados protuberancias dermatofibrosarcomas y una rara condición llamada mastocistosis sistémica. También se está estudiando para trata otros tipos de cáncer”.
La leucemia mielógena crónica (LMC) es el clásico tipo de cáncer o leucemia que responde bien a este tratamiento.
Muchos de los novedosos fármacos son agentes que actúan para inhibir una enzima llamada ‘tirosine kinase’ La Federación de Alimentos y Medicinas ha aprobado el Imatinib como primera línea de tratamiento para el LMC, pues ha resultado más efectivo y mejor tolerado que otras medicinas anteriores. Los efectos secundarios a largo plazo de estos medicamentos todavía están por determinarse, pero parecen ser mínimos.
“Los nuevos medicamentos lo que hacen es afectar el sistema de señales intracelulares. Ese sistema es el método de comunicación de la superficie de la célula con otras estructuras. Los novedosos medicamentos hacen que la célula cancerosa no se divida más”, explica el Dr. Enrique Dávila, oncólogo y hematólogo afiliado al Aventura Hospital and Medical Center, en Miami-Dade, Florida.
El experto agrega que algunos de estos medicamentos son tan avanzados, que pueden hacer no sólo que las células cancerosas paren de dividirse y multiplicarse, sino que inclusive pueden lograr que el proceso se revierta y esas células desaparezcan o queden inactivas. Eso se llama apoptosis, el término usado para referirse a la muerte celular.
Por ahora no se puede hablar de cura, porque no siempre las células cancerosas desaparecen por completo. En ciertos casos pueden reactivarse después de muchos años y volver a producir cáncer en el mismo lugar o en otros. Aún personas que han sido aparentemente curadas de cáncer del seno, por ejemplo, muchos años después pueden tener recurrencia del cáncer. “Cura quiere decir que uno se puede olvidar de la enfermedad de por vida”, expresa el especialista.
Por ahora, los tratamientos con estos nuevos medicamentos de manipulación celular todavía se administran en combinación con las otras terapias que se han desarrollado para tratar el cáncer: cirugía, radiación y quimioterapia. “Me imagino que en el futuro no va a haber necesidad de ninguna de ellas, pero por ahora estas medicinas son parte de un manejo multidisciplinario”, dice.
El experto espera que con el cáncer suceda lo mismo que sucedió con las úlceras que sangran persistentemente, las cuales antes había que operar para salvar al paciente, mientras que hoy en día con nuevos medicamentos se pueden tratar con pastillas, haciéndose muy raro que a un paciente haya que quitarle el estómago por esa causa.
En cuanto a los medicamentos celulares comparados con la quimioterapia, la diferencia es que los primeros actúan sólo sobre las células malignas, mientras que los segundos afectan también las células sanas, razón por la cual el paciente de quimioterapia suele perder el cabello y sufrir otros efectos secundarios bastante fuertes.
Los nuevos medicamentos tienen su antecedente en el Tamoxifen, un modulador selectivo de los receptores de estrógeno, o sea una medicina que permite cierta manipulación hormonal beneficiosa para el tratamiento del cáncer del seno. Los medicamentos modernos para el cáncer van dirigidos no sólo a las hormonas, sino a ciertos procesos bioquímicos de las células.
Algunos inhibidores de encimas han resultado muy útiles a la medicina y se usan ahora no sólo en tratamientos de cáncer sino de sida y otras condiciones, ya que permiten manipular el metabolismo y en general el comportamiento de las células, que al igual que las personas, nacen, crecen, se alimentan, se reproducen y mueren.
La necesidad de una cura definitiva para el cáncer ha hecho que la bioquímica haya tenido un impulso significativo en los últimos años. Esta ciencia estudia los procesos químicos de los organismos vivos, concentrándose en la estructura y funciones de los componentes celulares, tales como proteínas, carbohidratos, lípidos y ácidos, entre otros.
