La inserción de agujas en distintos puntos del cuerpo combate la lumbalgia más eficazmente que el tratamiento habitual (basado en fármacos para el dolor, actividad física y recomendaciones posturales).
Así se desprende de un ensayo clínico estadounidense que contó con la participación de más de 600 pacientes y se publica en la última edición de ‘Archives of Internal Medicine’. Si el estudio sólo hubiese comparado esos dos tipos de terapias, la balanza se inclinaría claramente hacia la medicina complementaria.
Sin embargo, se incluyó una tercera opción, la acupuntura simulada, que redujo el dolor de espalda de forma casi idéntica a la real. Los investigadores reconocen que no pueden responder a la pregunta de por qué funciona tanto el método ‘verdadero’ como el ‘falso’, pero apuntan dos posibles explicaciones. Una es que la punción ‘fingida’ estimule procesos fisiológicos que, en última instancia, reduzcan las molestias y permitan recuperar la funcionalidad.
La otra es que los beneficios experimentados por los pacientes respondan a factores relacionados con la confianza que muestra el terapeuta o con su propio entusiasmo. En este caso se trataría de lo que se conoce como ‘efecto placebo’. Puesto que ambos procedimientos ofrecieron resultados similares, se puede afirmar que funcionan de forma parecida. Pero, ¿cuál es exactamente su mecanismo de acción? Es el interrogante que sigue sin respuesta.
Anteriores estudios compararon la acupuntura real con la inserción de agujas en zonas no ‘sensibles’. Este método suscitó las críticas de quienes consideran que el efecto de la técnica no procede tanto del punto elegido como del hecho de atravesar la piel. El trabajo recién publicado pone en cuestión esa afirmación: en esta ocasión se respetaron las localizaciones tradicionales, pero se empleó un mondadientes camuflado y se simuló el pinchazo.
En todo caso, los autores recalcan que la acupuntura -en sentido amplio- es superior al tratamiento habitual frente al lumbago. Además, tiene bastantes menos efectos adversos que algunos fármacos frecuentemente empleados.
