El presidente Leonel Fernández se encuentra reunido desde el mediodía de este miércoles con representantes del sector empresarial. El encuentro estaría motivado por la reciente advertencia del Lisandro Macarrulla, de que la economía experimenta una fuerte caída en los últimos meses.
Entre los empresarios que se encuentran en el Palacio Nacional están Luís Manuel Bonetti, José Miguel González Cuadra y Mario Lama. La posición de Macarrulla fue rechazada de inmediato por el gobierno.
Macarrulla, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), alertó que la caída que registra la actividad económica es sumamente preocupante, por lo cual consideró que se requiere de una rápida reacción de las autoridades nacionales.
A juicio del dirigente empresarial, hay indicadores muy alarmantes que apuntan a que se ha estado deprimiendo la producción y el nivel de empleo, con un serio potencial a inducir conflictos sociales.
“El empresariado está preocupado en vista de que el crédito bancario al sector privado ha caído y la demanda de préstamos de las empresas ha bajado a pesar de la reducción de las tasas de interés, lo que obviamente sugiere que se ha producido una modificación a la baja de las expectativas y una disminución de la demanda agregada”, apuntó Macarrulla.
Agregó que la liquidez de los bancos ha aumentado por falta de demanda y que más de RD$20,000 millones de ahorros del público en los bancos está sin uso, es decir, improductivo.
Macarrulla destacó que sólo ha subido el crédito bancario al sector público, pero no para activar la economía sino sólo para mantener en funcionamiento la maquinaria corriente del Estado, lo que no ayuda a reactivar a los sectores productivos y más bien crea un problema futuro que podría llevar a las autoridades a pensar en una nueva reforma tributaria dentro de un tiempo.
El presidente del Conep expresó que más que lamentar que la política económica no reaccionara a tiempo hace unos meses y se impusieran medidas restrictivas cuando lo que correspondía hacer era lo contrario, ahora lo que procede es rectificar y reanimar la actividad económica, haciendo uso con inteligencia y sobriedad de los recursos cada vez más escasos de que dispone la economía nacional.
Lamentó, asimismo, la caída en los ingresos fiscales y dijo que la prelación tiene que dársele al gasto productivo, con potencial efecto multiplicador y que, además, en las circunstancias actuales es un contrasentido que el medio circulante esté decreciendo.