Quito.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, señaló hoy que tiene esperanzas de cambio en la "política antimigratoria" que, a su criterio, mantiene Estados Unidos, uno de los países con mayor cantidad de inmigrantes ecuatorianos.
Así lo señaló en el informe semanal de labores emitido hoy, en el que realizó un recuento de sus actividades de las últimas dos semanas, entre ellas su participación en la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago.
"Tengo la esperanza en que haya cambios en la política antimigratoria que lleva EE.UU., incluso construyendo muros en la frontera", precisó Correa.
Sobre la Cumbre de las Américas, contó que allí tuvo contacto con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien le causó una "extraordinaria impresión".
Es "un tipo muy sencillo, de orígenes muy humildes, a diferencia de (George W.) Bush. Si a George Bush le quitaban el apellido Bush no hubiera sido nada. A Barack Obama, póngale el apellido que sea, hubiera sido lo mismo que ha logrado ser porque es a base de su esfuerzo, nadie le regaló absolutamente nada", indicó.
Insistió en que Obama le dio "muy buena impresión", al tratarse de "un tipo muy sencillo, muy abierto, da mucha esperanza en que empiece una nueva era en las relaciones EE.UU.-América Latina, porque con el Gobierno de Bush fueron realmente terribles esas relaciones, no entendían nada de lo que pasaba en América Latina".
Correa indicó que en el encuentro que mantuvo con Obama habló de temas migratorios y le recordó que Estados Unidos "se construyó en base a la inmigración y ahora la criminalizan".
El gobernante aseguró que en la Cumbre de las Américas mantuvo una reunión placentera con la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, con quien encontró "empatía total".
"Creo que nos entendimos bastante bien y nos da mucha esperanza" de "días mejores" en las relaciones entre Estados Unidos y Ecuador, dijo Correa, aunque aclaró que "en general las relaciones han sido bastante buenas". EFE