La nariz es el auténtico eje del rostro y un importante factor en la determinación de la belleza del mismo. Del equilibrio del volumen y proyección de la nariz depende en gran parte, la belleza de la cara.
La rinomodelación es una técnica de modificación estética de la nariz que goza de gran aceptación, porque evita, en muchos casos, el paso por el quirófano y consiste en inyectar material de relleno biocompatible en puntos estratégicos de la nariz, con el propósito de ocultar los defectos y elevar otras zonas clave, obteniendo un perfil armónico en forma instantánea.
Esta técnica se puede utilizar para solucionar problemas estéticos, tales como el levantamiento de la punta de la nariz, la corrección del caballete nasal, la disminución de la apertura de las fosas nasales y corrección de secuelas de operaciones previas. En cualquier caso, para alcanzar el objetivo de belleza y armonía del rostro con este tratamiento, es imprescindible un manejo muy sutil de la técnica y un estudio individualizado de cada paciente.
El tratamiento se basa en la inyección de sustancias o materiales de relleno, que debe ser realizado siempre por un medico especializado y debidamente acreditado, las sustancias a utilizar se deciden entre el medico y el paciente, dependiendo de su historial, del tipo de remodelación que se vaya a realizar y del tipo de piel que posea.
Los materiales a utilizar deben ser biocompatibles, los reabsorbibles como el acido hialurónico reticulado son los mas utilizados y sus resultados duran entre 12 y 18 meses dependiendo de muchos factores. Otra opción que se utiliza como relleno son los acrilatos, cuyos resultados son de bastante mayor duración, entre cuatro y cinco años.
También se puede recurrir a la toxina botulínica del tipo A (el famoso botox) aplicada mediante inyección, la cual consigue relajar los músculos que deprimen la punta de la nariz.
Es una técnica sencilla y prácticamente indolora, por lo que se realiza en una sola sesión y sin necesidad de anestesia. Los resultados se aprecian al tercer o cuarto día y duran de cuatro a seis meses. Eso sí, suele ser necesaria una revisión a las dos semanas para verificar si hay necesidad de ajustar la dosis de botox utilizada y realizar algún tipo de retoque.
Lo mejor de este tratamiento es que puedes incorporarte de inmediato a tu vida normal. Tras la sesión puede apreciarse una ligera inflamación transitoria de 24 horas, pero nada más. Puede llevarse a cabo desde los 16 años, pero el especialista debe contar con una autorización de los padres o tutores si el paciente es un menor de edad.
Se trata de una técnica con años de experiencia a su espalda, y con un porcentaje muy alto de éxito, aunque en nuestro país no son muchos los centros ni los especialistas que practican rinomodelaciones, por la alta preparación requerida para llevarla a cabo.
