Poggio Picenze, Italia.- Niños que portaban mochilas y cuadernos ingresaron el jueves a tres "aulas" erigidas en una ciudad de carpas azules, en un simbólico regreso a la normalidad para algunas de las víctimas más jóvenes del terremoto del 6 de abril en Italia.
El alcalde de la población de Poggio Picenze hizo sonar una pequeña campana para llamar a los escolares a sus pupitres, emplazados en filas en una carpa que tenía un pizarrón en el frente. De esa manera, se reanudaron las clases a escasos kilómetros (millas) de la ciudad de L’Aquila, por primera vez desde el sismo que causó una gran devastación.
Se mantuvo a los niños alejados de la prensa. Pero la emisora de televisión Sky TG24 entrevistó a una alumna de cuarto grado que dijo estar encantada de retornar a clase pues extrañaba la escuela. "Me siento feliz", dijo la niña, que no fue identificada. "Echaba de menos mis amigos y maestros".
La profesora de enseñanza secundaria Liberata Marchi dijo que la mayor parte del año escolar había sido completado antes de que el sismo destruyera la zona. Pero ella subrayó la necesidad de que continúen las clases.
"Estar juntos, jugar con otros niños, dejar que se diviertan, eso es importante", dijo. "Será duro, pero … ayudaremos a esos niños".
Alumnos que llevaban cuadernos y caminaban con sus madres se reunieron en un pequeño patio de juegos fuera de las carpas. Allí fue colocado un pequeño tobogán y otros juegos, junto con macetas donde había plantas.
Aunque algunos voluntarios iniciaron sus lecciones el miércoles en otra ciudad de carpas, la inauguración del jueves en Poggio Picenze marcó el reinicio oficial del año escolar para las víctimas del sismo de magnitud 6,3, que mató a 294 personas y destruyó a miles de edificios en la región de los Abruzzos, en el centro de Italia.
