La Paz.- Unos 2.000 bolivianos en las nueve regiones del país secundan la huelga de hambre que hace cuatro días inició el presidente Evo Morales para exigir al Congreso la ley electoral necesaria para los comicios generales del 6 de diciembre.
El ministro de Sanidad, Ramiro Tapia, confirmó hoy en declaraciones a los medios que el número de huelguistas se ha duplicado, a pesar del llamamiento que les hizo Morales el pasado viernes para que abandonaran la medida durante las fiestas de Semana Santa.
Tapia informó que el estado de salud del presidente de Bolivia es estable y destacó su "muy buena vitalidad" aunque "obviamente ha bajado de peso", dijo, tras tres jornadas completas sin ingerir sólidos.
El ministro también informó de la baja médica de uno de los huelguistas que están junto al presidente, pero añadió que los restantes se encuentran estables.
Morales entró hoy en su cuarto día en huelga de hambre iniciada junto a catorce líderes de movimientos sindicales y sociales que le acompañan en una de las dependencias del Palacio de Gobierno de La Paz.
El presidente de Bolivia, que solo ingiere agua, caramelos y hojas y mate de coca, no ha dejado de trabajar en estos días, en los que se ha reunido con sus ministros y otras autoridades del país, entre otras actividades.
Anoche, Morales emitió un mensaje televisado al país para ofrecer a sus opositores la confección de un nuevo padrón electoral biométrico si la Corte Nacional Electoral garantiza la fecha del 6 de diciembre para los comicios presidenciales.
La oferta de Morales puede desbloquear la crisis electoral que vive Bolivia ya que la confección de un nuevo padrón es una de las principales exigencias de la oposición.
El debate sobre la ley electoral en el Congreso de Bolivia se encuentra bloqueado por el abandono de los legisladores opositores, aunque algunos han asegurado que, tras la oferta de Morales, podrían regresar hoy mismo a la sesión parlamentaria.