La recién creada agencia estatal de prensa anunciada por el gobierno ha levantado una ola de especulaciones en torno a la suerte de los comunicadores sociales que laboran en el Centro de Información Gubernamental (CIG) y los propósitos del presidente Leonel Fernández con su creación.
La citada agencia de noticias no puede provocar más disgusto del que actualmente existe en los medios tradicionales del Estado dominicano en materia de comunicación, como son el propio CIG y la Corporación Estatal de Radio y Televisión (CERTV).
Círculos sociales y políticos entienden que la creación de esa agencia de prensa obedece a la necesidad del mandatario de limpiar la imagen de su administración, empañada por los últimos escándalos de corrupción, descalificando para ello a los comunicadores pagados o bocinas y al CIG.
No descartan que el objetivo de la agencia sea controlar y maquillar las noticias que salgan del Palacio Nacional y las instituciones, para hacer más difícil el conocimiento del accionar corrupto de los funcionarios y que no lleguen a la prensa las declaraciones desacertadas de estos ministros.
Y es que la actual estructura comunicacional del Estado, pese a la millonaria inversión de recursos, no ha podido frenar ese desgaste acelerado del gobierno del presidente Leonel Fernández, provocado por la corrupción y las declaraciones “locas” de los funcionarios, queriendo justificar esas acciones.
Aseguran que el presidente Leonel Fernández no está de acuerdo con el manejo errático de sus funcionarios ante los últimos escándalos de corrupción administrativa y la posición fijada por el Papa Benedicto XVI, que aún secretarios de Estado se empeñan en restarle importancia, al mandatario le preocupa de sobremanera.
Entre las declaraciones desacertadas de funcionarios, está la de Euclides Gutiérrez Félix, Superintendente de Seguros, que acusó a “sacerdotes perredeístas” de ser los responsables de que el papa Benedicto XVI se haya referido, de manera particular a la corrupción que impera en la República Dominicana.
Además, la del doctor César Pina Toribio, secretario de la Presidencia, en la que afirma que el gobierno del presidente Leonel Fernández ha demostrado con hechos su firme voluntad de combatir la corrupción como ningún otro en la República Dominicana.
De igual forma, la insistencia del Franklin Almeyda Rancier, secretario de Interior y Policía, de atribuirle la ola protestas en el país a Miguel Vargas Maldonado y al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), como si el pueblo no tuviera razones suficientes para hacer esos movimientos huelgarios.
La instalación de Antena el gobierno ha hecho una inversión millonaria, paralela a la estructura con que cuenta el CIG, además de que lo deja fuera.
El CIG creado en el pasado gobierno del presidente Leonel Fernández y que actualmente es conducido por el locutor Omar Liriano.
El organismo creado por Liriano tiene la función de difundir las acciones del Estado, rol que ahora se le confiere a la Agencia de Noticias y Temas Nacionales (Antena) dirigida por el reputado periodista Ruddy González.
El CIG tiene la encomienda de coordinar con los relacionistas públicos del Estado las acciones informativas, y este organismo la debía suministrar a los medios de comunicación, lo cual queda modificado con la agencia Antena.
Al anunciar la agencia Antena, el gobierno no lo hizo transformando el Centro de Información Gubernamental (CIG), ni menos disolviendo esa estructura que ahora queda prácticamente sin funciones.
Otro anuncio que crea dualidad es el de la creación de un canal de televisión por Internet, que se supone debiera tener como matriz la estatal CERTV que dirige Héctor Olivo, de quien se dice le tienen el agua ardiendo, pues desde hace meses se ha querido sustituir del cargo que ocupa.
También crea serios problemas el hecho de que al crear la agencia Antena, periodistas que ocupan posiciones ejecutivas en instancias del Estado temen pasar a ser empleados de esta y por tanto mandaderos de los ejecutivos de la referida agencia.