Roma (EFE).- El nuevo terremoto registrado a las 19.42 hora local (17,42 GMT) de hoy de 5,3 grados de magnitud en la escala de Richter ha causado al menos una víctima mortal en Santa Rufina di Roio cerca de L’Aquila, informan medios italianos.
La profundidad del terremoto ha sido 13,1 kilómetros, a 70 kilómetros al oeste de la ciudad adriática de Pescara en la región de Los Abruzos y con cinco décimas menos de magnitud en la escala Richter del que devastó L’Aquila la madrugada de ayer.
El epicentro ha sido localizado en la zona comprendida entre los municipios de San Panfilo D’Ocre, Fossa y San Eusanio Forcenese en Los Abruzos.
El seísmo ha hecho caer partes de la iglesia de las Almas Santas en la Plaza del Duomo de L’Aquila, cuya cúpula ya estaba parcialmente derruida, además de escombros de los edificios dañados por el terremoto de la madrugada de ayer.
El temblor ha hecho caer los contenedores de agua que se había instalado en la estación de trenes de la capital de los Abruzos.
Patricia P., dueña de una pizzeria del centro de L’Aquila, dijo a Efe que escuchó un fuerte estruendo previo al terremoto y que la gente se echó a correr entre las ruinas presa de un pánico tremendo.
Los temblores de tierra en Italia del lunes mataron a 228 personas y dejaron sin hogar a 17.000 que afrontan su segunda noche en tiendas de campaña.
El último saldo de víctimas difundido por medios italianos y elaborado en consulta con los hospitales de la región daba cuenta de 228 muertos y ha sido el terremoto más grave de los últimos 30 años que causó también 1.000 heridos, 100 de ellos de gravedad, según el saldo difundido por el jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi en L’Aquila.
En esta ciudad medieval, capital provincial de la montañosa Abruzo, donde se situó el epicentro del temblor de magnitud 6,2.
El terror se apoderó de nuevo de la región la mañana del martes cuando se produjo una fuerte réplica de magnitud 4,7 en la escala de Richter que volvió a provocar la caída de piedras, muebles y enseres de los edificios agrietados.
Berlusconi garantizó que los siete mil hombres movilizados para la operación de rescate continuarán sus tareas al menos 48 horas más, "hasta que tengamos la seguridad de que no hay nadie mas vivo bajo los escombros". Hasta el momento, 150 personas fueron rescatadas vivas de los escombros.
Las autoridades instalaron tiendas de campaña en campos de fútbol, gimnasios y cuarteles para albergar a unas 15.000 personas. El centro de coordinación de los socorros revisó a la baja la cifra de quienes perdieron sus hogares, ubicándola en 17.000 personas y no en 70.000 como se había dicho inicialmente.
El servicio de defensa civil calcula que más de 10.000 casas y edificios sufrieron daños.
L’Aquila, abandonada por la mayor parte de sus 60.000 habitantes, se encuentra sin agua y luz y sólo funcionan algunos baños de emergencia instalados por los bomberos.