Washington (EFE).- La Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles de EE.UU. (NADA, por su sigla en inglés) prevé que las ventas de autos nuevos en el mercado estadounidense caerán hasta las 12,7 millones de unidades en 2009, frente a los 13,2 millones de vehículos facturados en 2008.
Según un comunicado de esta asociación difundido hoy, se espera que la situación económica en Estados Unidos mejore a partir del tercer trimestre de 2009 y se alcancen los 12,7 millones de autos facturados. Este sector había colocado en el mercado 16,1 millones de automóviles en 2007.
El jefe economista de NADA, Paul Taylor, afirmó en la noche del domingo en Nueva Orleans que la mejora de la situación económica a finales de año reportará un respiro al sector del automóvil del país, que se enfrenta a la crisis más grave de su historia.
Taylor dijo durante la convención anual de la asociación que la situación en el sector del automóvil mejorará cuando el mercado inmobiliario se recupere y los bancos aumenten el dinero disponible para préstamos.
"La economía debería mejorar ligeramente y en el tercer trimestre de 2009 empezaremos a ver un crecimiento económico positivo que ayudará a que las ventas alcancen al menos 12,7 millones de unidades de vehículos ligeros", afirmó Taylor, según el comunicado dado a conocer hoy.
El economista de NADA vinculó la caída de las ventas de vehículos nuevos con el desplome del sector inmobiliario en todo el país.
Según Taylor, Nevada, California, Florida y Arizona son los estados donde más han caído los precios de las viviendas en el último año y son también entre los territorios donde se han registrado las mayores bajas porcentuales de nuevas matriculaciones.
Por su parte, Terrence Wyne, director de servicios editoriales de la Guía de Autos Usados de NADA, señaló que los precios medios de los vehículos usados cayeron en 2008.
La convención de NADA, centrada en las dificultades que encaran los concesionarios de automóviles en EE.UU., se prolongará hasta el martes. Hoy, por primera en su historia, dos ex presidentes estadounidense (George H. Bush y Bill Clinton) tienen previsto pronunciar sendos discursos.
