Representantes del sector industrial reclamaron detener el proceso de reforma constitucional hasta que culmine la “Cumbre de las Fuerzas Vivas”, por entender que de ese escenario saldrán acuerdos que enriquecerían las sugerencias de cambios a la Carta Magna presentadas por el presidente Leonel Fernández.
La Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH), que preside Manuel Cabrera, y la FAI, que tiene como presidente a Ignacio Méndez, plantearon, además, que podría causar ruidos en lugar de acuerdos armónicos, llevar a cabo dos procesos paralelos de la magnitud de la cumbre y de la reforma constitucional.
No importa que la reforma constitucional esté en el ámbito del Congreso y que la cumbre tenga otro escenario. Ambas iniciativas se conectan de alguna manera.
“Entonces, lo ideal sería impulsar los cambios a la Constitución cuando la cumbre haya terminado con los debidos consensos entre los actores políticos, sociales y empresariales que allí estarán presentes”, proclamaron las instituciones empresariales”, sostuvieron.
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Los industriales propusieron, asimismo, que haya suficiente flexibilidad para introducir los cambios que sean necesarios en el presupuesto a partir de los acuerdos logrados en la cumbre pautada para iniciarse el 28 del mes en curso.
“La lógica nos indica que la cumbre debió llevarse a cabo antes de que se aprobara al presupuesto nacional, pero ya que la ley presupuestaria para 2009 es un hecho, el Gobierno debe tener la disposición de proponer cambios al Congreso, en base a los resultados de la cumbre”, manifestaron.
Los dirigentes industriales se pronunciaron en esos términos sobre la base de que es absolutamente necesario que se cumplan los acuerdos alcanzados en la cumbre, a fin de que la confianza y la credibilidad en las autoridades del Gobierno sean recuperadas.
