Aunque a algunos dominicanos residentes en Europa, específicamente en España, la crisis económica actual no les ha afectado mucho y mantienen el nivel de envíos habituales de remesas a sus familiares, el panorama se pinta sombrío según los expertos.
Si bien Estados Unidos presenta una de las tasas de desempleo más altas de su historia, en España la cifra alcanza los más de tres millones de hombres y mujeres sin trabajo y el Parlamento europeo, al alertar sobre la gravedad de la crisis alimentaria mundial, pidió a los países que integran la Unión llevar a cabo una acción "inmediata y continuada" para enfrentar la situación.
Según informe de la Eurocámara, desde 2006 el precio de los alimentos ha aumentado en un 80%, en tanto que “las reservas de cereales han caído a mínimos históricos y sólo podrían abastecer a la población mundial durante unos 40 días”.
Todavía sigue siendo motivo de discusión el impacto del aumento de la producción de biocombustibles en relación con el precio de los alimentos. Aún la UE llama a comprometerse en “una segunda generación de biocombustibles que no compita con la producción de comida”.
Y mientras crecen en más de 860 millones las personas que sufren hambre crónica en el orbe y la ONU reconoce que la cifra podría aumentar en 100 millones, la Unión Europea lamenta que se hayan reducido sus ayudas destinadas al sector agrícola y sigue en pie el compromiso de “crear un fondo permanente de seguridad alimentaria para apoyar las poblaciones más pobres del planeta”.
Lamentos y realidades acompañan las certezas de estos tiempos…
