A más de cinco meses de la muerte del ingeniero Héctor Ortega Castillo, de cuatro disparos en el gimnasio del Hotel Jaragua, el 11 de junio de este año, la Policía Nacional ni siquiera ofrece detalles sobre el avance de las investigaciones. El caso al parecer cayó en el limbo.
Según versiones, las investigaciones están congeladas por falta de informaciones y por la mala calidad del video que sirve de evidencia a la comisión encargada de investigar el hecho de sangre.
El video tomado por las cámaras internas del Hotel muestra una persona que sale corriendo, luego de escucharse los disparos que pusieron fin a la vida de Héctor Ortega, pero no posible ver el rostro del que huye.
La viuda del malogrado ingeniero, Irma Mejía y el presidente del Club Rotario, Hernán González, no cesan en reclamar de las autoridades esclarecer el hecho y detalles del nivel que llevan las indagaciones sobre el caso.
Sobre este hecho y otros, todavía sin esclarecer, muchas son las voces que se alzan, desde diferentes sectores de la sociedad, pidiendo su esclarecimiento. En esos sucesos quedados a oscuras las victimas han sido civiles y militares.
Aunque las autoridades han ofrecido cifras de que el índice de la criminalidad ha bajado en el país, expertos opinan que los últimos hechos de sangres muestran un alto nivel de violencia, en su mayoría relacionados con el narcotráfico.
Tampoco se sabe nada del caso de los inspectores de Aeronáuticas y Aduanas, así como del militar del Ejército y adscrito a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) e hijo del periodista Guillermo Tejada kranwikel.
Asimismo, los casos del español asesinado en San Cristóbal, el camarógrafo Normando García (Azabache), de Vimenca, el empleado del Ayuntamiento del Distrito Nacional y Johnny Farrer Franci, un electricista de 39 años, encontrado dentro de un vehículo, con un disparo en la cabeza, el pasado jueves 30 de octubre.
