Este riesgo es debido a que “los métodos profilácticos se han congelado” y “no existen los modelos requeridos de prevención”.
Lo anterior responde a un estudio realizado por ENDESA, 2002 y ENHOGAR, 2006, cuyos resultados fueron dados a conocer a través del informe Situación de la Niñez en la República Dominicana: Tendencias 1986-2006.
Tras realizar una pormenorizada exposición ante la prensa nacional, el profesor Francisco I. Cáceres Ureña, uno de los autores del estudio, junto a Antonio Morillo Pérez, explicó que de todas las localidades del país, la capital dominicana presenta la peor situación, al existir un 60% de niñas y niños que no cuentan con una vacunación completa.
Cáceres Ureña calificó como “pasos, tropiezos y retroceso” el sistema de inmunización, que no cubre al ciento por ciento de los niños y niñas del territorio nacional y reafirmó que un solo menor sin vacunar está expuesto a enfermedades que pueden ser evitadas a tiempo y salvadas sus vidas.
Desde el año 2000, el Parlamento Centroamericano ha propiciado un Fondo rotatorio, avalado legalmente, mediante el cual los presupuestos nacionales regulan la Adquisición, Control y Uso de Vacunas en Centroamérica y, particularmente, en la República Dominicana.
La vacunación significa, dentro de la medicina preventiva, uno de los más importantes pasos de inmunización, sobre todo para los menores de la sociedad y constituye como método profiláctico el más económico para el sistema de salud.
Gracias a la iniciativa del Parlamento Centroamericano, este año se llevó a cabo, una vez más, “la Semana de Vacunación de las Américas”, y según estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud, (OPS/OMS), salud y prevención de enfermedades, más de 195 millones de personas en 45 países de la Región han logrado evitar la aparición de millones de nuevos casos y las muerte a decenas de personas por enfermedades como el sarampión, rubéola, fiebre amarilla rotavirus, tétano, difteria, hepatitis o gripe.
Que los métodos profilácticos se hayan entumecido y no existan los modelos requeridos de prevención, implica que niñas y niños no estén salvados.
Según las investigaciones vertidas en el informe Situación de la Niñez en la República Dominicana: Tendencias 1986-2006, la educación es un componente principal en todo esto, pues está demostrado que las madres, mientras más instruidas, defienden en mayor medida la vacunación de sus hijos, lo cual significa preservarles la vida.
En el encuentro con la prensa, Cáceres Ureña llamó a los medios de comunicación a fortalecer el sistema de información y ayudar así a formar conductas y establecer hábitos en la población, en tanto que se adolece de un sistema que incorpore todas las autoridades de Salud, padres y madres de familia, o personas encargadas del cuidado de niños y niñas, a fin de que acudan a los centros y puestos asistenciales y soliciten sus vacunas, única manera de que puedan crecer fuertes y saludables.
