Los revoltosos quemaron colchones, derribaron verjas y muros, acción que los agentes tratan de controlar con bombas lacrimógenas, cartuchos y chorros de agua.
No obstante, a media mañana de este martes se había hecho imposible controlar los 298 hombres y 22 mujeres presos allí, y que exigen el retorno de sus compañeros. Los trasladados alegadamente son los encargados de la seguridad interna de la cárcel.
Los internos transferidos son Denny Salas (alcapones) y Sandy Taveras. La situación al interior de la Fortaleza es tan delicada que a los periodistas no se le ha permitido el acceso, además de las bombas y disparos de cartuchos.
Para tratar de sofocar la revuelta los militares se colocaron en los techos y alrededores del penal, desde donde hacen los disparos de cartuchos y bombas lacrimógenas.
Al lugar también se presentaron unidades del Cuerpo de Bomberos que lanzan chorros de agua hacia el interior, para sofocar la humareda que produce la quema de colchones.
Los reos hicieron un llamado al jefe de prisiones, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, para que retorne los dos reos y dijeron que hasta que no los desvuelvan no pararan la protesta.
Por su parte, Pérez Sánchez informó que la situación fue controlada y que ninguno de los reos resultó herido. Dijo que el prevenido Denny Salas tiene un prontuario delictivo archivado y mantenía un comportamiento muy inadecuado en el recinto.
