El procurador general, Radhamés Jiménez, encargó la misión al procurador adjunto y director del Departamento Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata Personas, Frank Soto, quien investigará "los hechos que trajeron como consecuencia el naufragio".
Los 23 fallecidos formaban parte de un grupo de 27 personas que salió el 18 de octubre pasado de una playa de Samaná, con el propósito de alcanzar las costas de Puerto Rico.
La cancillería dominicana informó ayer que serán trasladados "pronto" al país los cuatro únicos sobrevivientes del naufragio.
La viceministra de Relaciones Exteriores Rosario Graciano informó, además, que se gestiona la traída al país del cuerpo de una mujer, Natividad Martínez, quien murió tras ser rescatada.
Informaciones oficiales locales dadas a conocer el domingo daban cuenta de que los náufragos narraron que debieron alimentarse del cuerpo del último de sus compañeros en morir en altar mar debido a que agotaron las reservas de la embarcación.
Los viajeros permanecieron dos semanas a la deriva sin agua y sin alimento y narraron que el capitán de la embarcación, identificado como Francisco Soler, los abandonó al sexto día, cuando se arrojó al mar sólo con el apoyo de un tanque de gasolina.