La cúpula empresarial del país presentó un plan integral para enfrentar la crisis eléctrica y mediante el cual se podría resolver el problema en un plazo de tres años. El proyecto fue hecho público en un acto encabezado por Lisandro Macarrulla.
Entre las medidas enumeradas por el CONEP está la necesidad de reducir las pérdidas técnicas y no técnicas del sector eléctrico, disminuir el costo de abastecimiento de las empresas distribuidoras, incrementar la capacidad de generación, minimizar el consumo de combustible reestructurando las compañías comercializadoras y creando un comité de vigilancia del mercado.
El proyecto fue elaborado por Daniel Gustavo Llarens, consultor internacional seleccionado por el CONEP, quien destacó que el sector eléctrico del país enfrenta una grave crisis financiera de tipo estructural que tiene su principal origen en las pérdidas, que se estiman en 50 por ciento de toda la energía producida.
A su juicio, el problema con el sistema eléctrico nacional se puede resolver, siempre y cuando haya un plan conjunto que involucre tanto al Estado y las generadoras, como a la población, aunque consideró que de todos modos, con las políticas adecuadas habría que esperar de tres a cuatro años para ver luz al final del tunel.
El informe indica que en el país sólo un 38 por ciento de los usuarios paga el servicio, lo que representa para este año 2008 un déficit de mil 300 millones de dólares para las distribuidoras de electricidad.
Según el estudio presentado por Llarens no existe otro país en el mundo con un nivel tan alto de pérdidas en el sector distribuidor de energía. Destaca que en el país, la población se roba un 35 por ciento de la energía que producen las generadoras y que un 12 por ciento se pierde por las condiciones del sistema de distribución y transmisión.
En su exposición Llarens identificó los factores o pérdidas de tipo técnicas y no técnicas relacionadas con el robo a través de conexiones ilegales o el no pago del consumo facturado por las empresas comercializadoras, las que entiende son las causantes de la situación económica por la que atraviesan las generadoras, que han visto afectada su cadena de pagos y por consecuencia su capacidad para seguir brindando el servicio.
De tomar las medidas pertinentes, el sector eléctrico, que para este año presenta un déficit, en el 2012 registraría un superávit de 90 millones de dólares, eliminándose el fraude y el robo de la energía y los apagones, entiende el presidente del CONEP, Lisandro Macarrulla.
Entre las personas que fueron consultadas por Llarens para la elaboración del estudio, se encuentran Temístocles Montás, secretario de Economía Planificación y Desarrollo, Francisco Méndez, superintendente de Electricidad y el vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Radhamés Segura.
