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BUENOS AIRES.- <st1:personname productid=»La División Pacífico» w:st=»on»>La División Pacífico</st1:personname> promete ser una de las más divertidas e impredecibles de <st1:personname productid=»la NBA. A» w:st=»on»>la NBA. A</st1:personname> la presencia de los siempre favoritos Lakers y Suns, se le suma la de los renovados Clippers y Warriors, y la de los jóvenes Kings.
CON CHAPA DE CANDIDATOS: LAKERS Y SUNS
Empecemos por los flamantes finalistas de la temporada pasada ¿Podemos esperar otra liga de ensueño para los Lakers?
Debemos hacerlo.
Tras caer sin atenuantes ante los Celtics en los playoffs 07-08, los dirigidos por Phil Jackson perdieron el premio mayor pero ganaron un intangible: la experiencia en etapa de definiciones.
Además, el equipo angelino tiene una profundidad de plantel envidiable. Si uno revisa puesto a puesto, encontrará soluciones en el banco a gusto y placer. Algunos ejemplos: Trevor Ariza, Jordan Farmar, Luke Walton, Sasha Vujacic y Chris Mihm.
De todos modos, el verdadero plus de los Lakers en esta temporada debería ser el retorno de Andrew Bynum tras su operación de rodilla. El joven centro tuvo que viajar a la enfermería en el momento pico de carrera, ya que en aquel fatídico mes de enero sus números lo colocaban como el gigante que más dominaba en <st1:personname productid=»la NBA.» w:st=»on»>la NBA.</st1:personname>
Pero como afirma el dicho, no hay mal que por bien no venga: gracias a la baja de Bynum llegó Pau Gasol al roster, hecho que sirvió para que ahora el equipo tenga una línea de internos realmente poderosa.
Pues bien, lo que aún está en tela de juicio es la química que puede haber entre los tres gigantes estrella (Lamar Odom, Gasol y Bynum). Probablemente Odom -pese a sus reiteradas quejas- sea, en principio, sexto hombre de los Lakers. Y si termina siendo titular, no hay dudas de que será bajo el rol de alero pequeño. Es cierto, la batalla de egos puede presentarse, pero si hay un entrenador capacitado para manejar este tipo de problemas, ese es Phil Jackson (recuerden: Michael Jordan-Scottie Pippen, Kobe Bryant-Shaquille O’Neal…).
Otro punto en cuestión será la salud de Kobe Bryant. El último JMV de <st1:personname productid=»la NBA» w:st=»on»>la NBA</st1:personname>, que pasó la frontera de los 30, decidió no escuchar las recomendaciones de los médicos y abandonó la idea de operarse la fractura que sufre en el dedo meñique de la mano derecha. El tiempo dirá si Kobe decidió lo correcto o no.
Por el lado de los Suns, veremos una versión renovada en el desierto.
La idea de "intensificar la defensa" que promovió Steve Kerr a su llegada como manager general en la temporada pasada, será aplicada sobre el parquet por el nuevo entrenador Terry Porter.
En ataque, todos los indicios apuntan a terminar con la ofensiva de siete segundos o menos, marca registrada de Mike D’Antoni y de Phoenix en los últimos años. Pero cuidado, a no confundirse: esto no significa que los Suns dejarán de correr. Lo que si sucederá es que intentarán correr de forma más inteligente, con más balance y mesura. Esto se dará por una cuestión de "estilo Porter" y también por la edad de sus jugadores estrella (Steve Nash -34-, Shaquille O’Neal -36-, Raja Bell -32- y Grant Hill -36-).
También será importante la rotación. Tres jugadores llegaron como recambios específicos en puestos clave: Goran Dragic en la base, para sustituir a Nash (esto también funcionará para que Leandrinho Barbosa sea -por fin- escolta y no un base improvisado); Matt Barnes en el puesto de alero, para recambio de Grant Hill; y Robin López en la pintura, para darle minutos en el banco a Shaquille O’Neal.
No habrá que olvidar la presencia de suplentes de lujo como el francés Boris Diaw, quien será uno de los pilares defensivos de Porter en los postes, y el brasileño Barbosa, un escolta muy veloz y de mucho peligro en ofensiva.
Veremos con el correr de los juegos el resultado del experimento del nuevo entrenador. Eso sí, será fundamental el comienzo de temporada de la franquicia: ganar de entrada significará aumentar la credibilidad en el proyecto.
LAS DOS GRANDES INCÓGNITAS: CLIPPERS Y WARRIORS
Empecemos por el ‘otro’ equipo de Los Angeles, que en esta temporada baja se movió bastante y rotó piezas importantes.
Si bien perdió a Elton Brand en la pintura -se fue a Philadelphia 76ers- consiguió una sustitución de lujo en Marcus Camby, uno de los centros más productivos y menos valorados de <st1:personname productid=»la NBA.» w:st=»on»>la NBA.</st1:personname>
Si tenemos en cuenta que el tándem en los postes estará conformado por Camby y Chris Kaman, debemos concluir que los Clippers no tendrán problemas a la hora de cazar rebotes, tanto defensivos como ofensivos. A su vez, el arribo de Camby mejora mucho la defensa interior del equipo de Mike Dunleavy.
Pero no sólo llegó Camby. La línea de perimetrales se reforzó con uno de los bases estrellas de <st1:personname productid=»la Liga» w:st=»on»>la Liga</st1:personname>: Baron Davis. Nadie duda de la calidad del ex ordenador de juego de los Warriors, pero lo que preocupa es su estado físico, ya que son bastante conocidos sus problemas de rodilla y espalda. Además, habrá que ver cómo se acopla Davis, un quebrador de esquemas por naturaleza, al planteo de juego rígido que pretende por momentos Dunleavy.
¿Podrá el segundo equipo de L.A. llegar a la postemporada? Depende de la salud del terceto Davis-Camby-Kaman y del aporte regular de jugadores del calibre de Cuttino Mobley, Al Thornton y Ricky Davis.
Por el lado de los Warriors, todo cambió con la suspensión por 30 partidos por parte de la franquicia, sin goce de sueldo, para el explosivo escolta Monta Ellis ¿Razón? Mintió sobre la causa de una lesión sufrida en su tobillo. La misma se produjo por andar en un ciclomotor, algo prohibido y especificado de antemano en su jugoso contrato de seis años por valor de 66 millones de dólares, firmado en julio.
Más allá de Ellis, Don Nelson puede respirar porque tiene en el plantel otras soluciones. Se fue el armador Baron Davis pero llegó Corey Maggette, un alero que le cuesta a la franquicia 20 millones de dólares menos que el base y que puede ser extremadamente productivo en la faceta ofensiva.
Sigue estando Stephen ‘Captain Jack’ Jackson en la posición de escolta. El veterano aporta en los dos costados de la cancha y sabe como contagiar la energía desplegada al resto de sus compañeros. Golden State tiene un equipo profundo, ya que ante la salida de Jackson, Marco Belinelli y Kelenna Azubuike pueden traer soluciones desde el banco.
En la zona pintada, la incorporación de Ronny Turiaf será clave para acompañar a Andris Biedrins y Al Harrington en el juego de postes. Entonces, ¿Dónde puede tener problemas Golden State? En la base. Con la salida de Baron Davis a los Clippers -y la suspensión de Monta Ellis- no quedaron apellidos ilustres para este puesto. Sólo Marcus Williams y C.J. Watson estarán a disposición de Nelson para alimentar el juego de transición que caracterizó a esta franquicia en los últimos años.
CAMINO A <st1:personname productid=»LA RECONSTRUCCIÓN» w:st=»on»>LA RECONSTRUCCIÓN</st1:personname>: KINGS
Tras la baja de Ron Artest, quien jugará para Houston Rockets, los Kings, que en esta Liga 08-09 comenzarán a renovarse con figuras jóvenes, serán sustancialmente peores que en la temporada que pasó.
Su fuerte estará en el perímetro, principalmente con lo que puedan hacer Beno Udrih y Bobby Jackson en el traslado, y Kevin Martin, Francisco García y John Salmons con sus lanzamientos a distancia.
En los postes, estará el siempre productivo Brad Miller junto a Mikki Moore, un buen interno lanzador a media distancia, y Spencer Hawes. Pero en las posiciones cercanas al aro se espera que los jóvenes Shelden Williams y Jason Thompson ganen minutos en la rotación de Reggie Theus.
En el intercambio por Artest llegó procedente de Houston Donte Greene, un alero muy joven -20 años- que goza de una gran plasticidad a la hora de atacar el aro con penetraciones. Puede ser importante para el equipo, siempre y cuando colabore con defensa y mantenga regularidad en su juego.
Sacramento, que ya de por sí en la temporada 07-08 era un equipo flojo en defensa, se debilitará aún más por la ausencia de Ron Artest en el puesto de equilibrio. Pero no sólo es Artest: en el perímetro, Kevin Martin y Beno Udrih no son garantía y en la zona pintada, si bien Brad Miller es aceptable, tanto Mikki Moore como Spencer Hawes, pese a que son increíblemente voluntariosos, carecen de físicos potentes para frenar adversarios de peso.
Yendo al grano, no se espera que los Kings consigan un puesto de playoffs. Esta temporada sólo servirá para que sus jugadores jóvenes recolecten experiencia como parte del proceso de reconstrucción.
