Poemario de: Ercides AGUASVIVAS
Editado por : Editorial Santuario
Titulo : Humos de Leña
Critica de : Dr. Juan Martínez Luque
Julio 2016 Santo Domingo
Este libro de poesía, es un recordatorio por los senderos pasados del autor. Es un vademécum donde se canta a; la niñez, al campo, a los árboles, a las aventuras locas de adultos atrevidos, a las carcajadas con diálogos de fondo envueltos en borracheras, acompañadas de historias que hacen alusión a la juventud, a las prostitutas de cualquier barra, que como bien dice el autor; matábamos las penas escuchando alguna vieja canción, a las amarguras de ser pobre, y yo añadiría, a la mala suerte de no ser rico. Este es el primer relato del libro. Es, como veis, un ajetreo de cotidianidad de otros tiempos, donde los años se esconden en un rincón de la vida.
Es un libro poético con sentido profundo y cantos a amores olvidados, que en realidad no están tan olvidados porque se recogen en los poemas del autor.
Ercides Aguasvivas, es un poeta primerizo, sincero, abierto, simple en su composición y en su forma expresiva de exponer un pensamiento profundo, con raíces campesinas, pueblerinas, sudistas, con el desvelo del mar noble, del aire precoz y de la luz atrevida que pintorrea nuestra isla, por esa cuenca de un sur que a menudo está olvidado y dejado en manos del azar, en medio de pequeño desierto cargado de dunas.
Bien supo captar estas impresiones nuestro poeta, porque bien supo revivir pasiones de profundo brebaje, donde su pluma jugó con la espesura de las sombras que bordeaban la orilla del camino. Es interesante entender el volátil mundo de Ercides, con sus lágrimas, sus deseos, sus intentos, sus logros y por qué no decirlo, sus fracasos, que le hicieron sentir el torbellino mundo de las letras con frases rebeldes y añoranzas juveniles.
Es un poeta que quiere que el humo gris de la leña encendida, del fuego de chispas alborotadas que se dispersa en este mundo de iniquidades, donde las malversas intención de las gentes, se queman en la hoguera con troncos afanosos y humos insurrectos. Su poesía es libre, sin someterse a las reglas de una prosa obligada, dando fantasía a sus frases e iniciando sus poemas con la intención de un retorno afligido. Así, justamente en su poema Retorno, juega con su memoria y entre sus estrofas se atreve a recordar tantas efemérides pasadas: Quiero encontrar el viejo pozo con su agua fresca y cristalina, con sus palos cruzados revestidos de enredaderas
y unas líneas más abajo, precisa: El fogón de piedra donde cocinaba mi abuela. Es poesía que sale del corazón para recordar el humo de leña en las tardes lluviosas.
Ercides Aguasvivas, es un poeta con una simplicidad elocuente, sin complicaciones estructurales ni palabras rebuscadas en los rincones del diccionario pedante, es un escritor espontaneo que se abre a sus sentimientos en la profundidad de noches de insomnio, en el otoño lejano, bajo el manto del frio en tierras norteamericanas, allá donde reside.
Así, podemos leer en Insomnio de otoño, esa intención de dar calor a sus amoríos pasados, con la delicadeza de un guiño clamoroso a una identidad que nunca olvidó. Las manchas de amores consumidos al amparo de sombras en tardes de calor y delirios. Increíble manera de atrapar lo que el tiempo se llevó, pero que dejó huella en su memoria. Esa forma de abrir sus emociones con un telón de fondo que recupera de su niñez.
Por eso, en su poema Fotografía, cuando Ercides escribe: Y mis manos sudaron al tocar la foto de esa mujer, parecía que mis dedos acariciaban su piel fina, interesante manera de hacer sentir al lector esos impulsos de un poeta que retoza tiempos cargados de ilusiones e ilusiones en busca de otros tiempos.
Pero todo no es excelente, Hay tal vez en su poemario algunos conceptos que debería definirlos mejor, para dar una fuerza más intensa a su obra, así por ejemplo en su poema La tempestad pasara, habla de nubes, del sol, de la cosecha, del arroz, con interesante ritmo, pero faltaría rematar este poema con un contenido más sutil.
Aunque Ercides adorne algunos poemas de forma decidida y con cierta valentía, si analizamos bien su poesía, ejemplo. Elegía al tiempo pasado, vemos como el ritmo desentona en su poema a medida que se avanza, y encontramos que pierde interés a partir de tercera estrofa, Ercides quiere que la piña, el mango, el coco, sean partes de su poema, pero le falta sensibilidad, es decir esa dimensión existencial que el hombre otorga a la naturaleza, y que tendría que llegar más profundo en el lector.
