Música de la Amazonía boliviana deleita en la Unesco

París.- Un concierto excepcional ofreció en la sede de la Unesco la agrupación boliviana Ensemble Moxos, con una combinación de música tradicional amazónica y obras llevadas por los jesuitas a esa región en los siglos XVI y XVII.
 
Los 17 intérpretes que impresionaron al público con su virtuosismo son todos originarios de San Ignacio de Moxos, una pequeña comunidad ubicada al noreste de Bolivia, prácticamente inaccesible durante la temporada lluviosa, pero rica en tradiciones.
 
Tras la llegada de los europeos al continente americano esa región de la cuenca del río Amazonas fue sede de misiones de la orden de los jesuitas, quienes iniciaron a los pueblos indígenas en las artes musicales religiosas, las cuales se mezclaron paulatinamente con las manifestaciones autóctonas.
 
Toda esa riqueza cultural permaneció latente durante siglos entre los pueblos y se reprodujo de generación en generación e, incluso, las personas mayores conservaron celosamente antiguas partituras, dijo a Prensa Latina Raquel Maldonado, directora del conjunto.
 
Gracias a este grupo, que efectuó una extensa investigación y recorrió muchas comunidades, estos valores fueron rescatados y comienzan a difundirse por el mundo, agregó Maldonado.
 
El Ensemble Moxos realiza una gira por Europa que los llevó ya a Alemania y Francia y continuará por Luxemburgo, Bélgica, Suiza, Holanda, República Checa y España.
 
La presentación en la sede central de la Unesco comenzó con una pieza tradicional moxeña, «La Fiesta del barco» y a continuación interpretaron la Misa a la fuga de Saint Joseph, una pieza barroca del siglo XVII atribuida al maestro italiano Goivanni Battista Bassani.
 
El público, que rebasó la sala principal de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con capacidad para más de mil personas, aplaudió con entusiasmo cada número y al final ovacionó de pié a los jóvenes artistas.
 
Miguel Ángel Guzmán, uno de los integrantes, explicó a esta agencia que el Ensemble es resultado de la Escuela de Música de San Ignacio, un proyecto con más de 250 alumnos y donde los estudiantes más aventajados son los maestros de los de reciente ingreso.
 
«No tenemos profesores de afuera y la única con una formación académica es la directora, quien es originaria de La Paz», precisó Guzmán.
 
El concierto tuvo una importancia adicional, señaló Sergio Cáceres, embajador de Bolivia ante la Unesco, porque el año pasado esa institución inscribió la Fiesta Mayor de San Ignacio de Moxos -la Ichapekene Piesta- en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

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