Realmente, a veces no se sabe hasta qué límites puede llegar la irresponsabilidad de algunos políticos y funcionarios del gobierno. Hace pocos días, el director ejecutivo del Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE), Ricardo Jacobo, sorprendió a la opinión pública nacional con un comunicado en el que anunciaba que esa entidad “no podrá cumplir con las metas propuestas para finalizar el año en curso, debido a la drástica contracción de recursos que desde hace un tiempo viene padeciendo la institución en su ejecución presupuestaria”.
Entre las medidas radicales que el “eficiente” Jacobo citaba, estaban la suspensión de compromisos contraídos con suplidores de bienes y servicios, la reducción de la plantilla de personal técnico y administrativo de la sede central y también de las redes de supermercados y centros de expendio de alimentos.
Y de hecho, el director de INESPRE esta vez cumplió lo prometido. Según refleja un reportaje publicado por Dominicanoshoy.com, numerosos establecimientos donde antes se vendía a la población de escasos recursos productos de la canasta básica a precios subsidiados, ahora permanecen cerrados por falta de abastecimiento y por las deudas con los proveedores.
La situación se replica en casi todos los barrios más empobrecidos de la capital y la provincia Santo Domingo. Según los residentes en el sector Vietnam, de Los Mina, el mercado de la calle Pedro Benoit apenas sobrevivió abierto hasta que se registró el triunfo electoral morado en los comicios congresionales y municipales de este año.
Actualmente, en los mercados de INESPRE que todavía –por casualidad- continúan abiertos, no se puede encontrar ninguno de los productos esenciales de la canasta familiar, dígase arroz, habichuelas, víveres o leche.
En su nota a la prensa, Ricardo Jacobo explicó que INESPRE adeuda cerca de 720 millones de pesos a suplidores, mientras que debe por prestaciones laborales más de 209 millones de pesos y en construcciones y rehabilitaciones la deuda asciende a casi 73 millones de pesos.
Ante tales cifras, valdría la pena recordar lo activo que estuvo durante la pasada campaña electoral, el ex aspirante a senador por la provincia El Seibo, cargo que luego fue ganado por su padre, y que, después del fallecimiento de éste, pasó a manos de la suegra del director ejecutivo de INESPRE.
Durante los meses previos a las elecciones, Ricardo Jacobo hizo entregas multitudinarias de juguetes, alimentos entre los votantes seibanos. Apenas cuatro días antes de los comicios, el 12 de mayo, el presidente Leonel Fernández inauguró un supermercado de INESPRE, construido con una inversión de 16 millones de pesos. Así se repitió en El Seibo y en toda la geografía nacional.
Ahora, cinco meses después de los comicios, el clientelismo político que puso en práctica. Jacobo le pasa la factura, no a él, que no ha dejado de cobrar su salario, sino a los empleados de la institución que dirige y peor aún, a ese segmento del pueblo dominicano que recurría a los mercados de INESPRE para poder garantizar su alimentación más elemental.
