Luego de que el Ministerio de Relaciones Exteriores anunciara que la República Dominicana no será sede este año de la X Cumbre de las Américas, legisladores de diferentes bancadas se mostraron con opiniones divididas sobre esa decisión.
La Cumbre de las Américas, que ahora se celebrará en 2026, se mantiene como uno de los encuentros diplomáticos más importantes del hemisferio.
En ese sentido, legisladores oficialistas, consideran el aplazamiento de este encuentro internacional debe ser aprovechado para ampliar la carteras de países invitados a participar en el mismo, mientras que los opositores afiman que esa medida buscó congraciarse con Estados Unidos.
Al referirse al tema la presidenta de la Comisión Permanente de Relaciones Exteriores del Senado, Mercedes Ortiz, calificó como atinada esta decisión lo que representa una oportunidad para eficientizar el diálogo e integrar a más países de la región.
«Nosotros como país sede tenemos el compromiso de garantizar la participación mayoritaria de los países miembros de la comunidad internacional», agregó.
Sin embargo, el vocero de los diputados del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gustavo Sánchez, señaló que la exclusión de Venezuela, Cuba y Nicaragua le restó relevancia a esta cumbre.
Dijo que llama la atención el hecho de que se posponga para pretender que asista Estados Unidos, mientras se excluye naciones como Panamá, Nicaragua y Venezuela que sí forman parte de Las Cumbre de las Américas.
Para Sánchez independientemente de la forma en que los gobernantes de esos tres países hayan llegado al poder debieron ser invitados.
De su lado, el presidente de la Comisión Permanente de Relaciones Exteriores en la Cámara de Diputados, Ignacio Aracena, manifestó que el aplazamiento de la Cumbre de las Américas tiene como finalidad garantizar la participación masiva de las naciones invitadas como muestra del fortalecimiento de la democracia en la región.




