Es el mayor ataque de su historia: «Ya estamos casi en una guerra»
Las milicias palestinas de Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica) han lanzado en total unos 1.600 cohetes desde el enclave costero de Gaza contra territorio israelí desde el lunes, cuando se desató la nueva escalada de violencia en Oriente Próximo, según informó este miércoles por la noche el ejército de Israel.
Cientos de estos cohetes fueron interceptados y 350 fueron lanzamientos fallidos que cayeron dentro de la propia Franja. Israel, por su parte, ha respondido con más de 500 bombardeos contra Gaza, de acuerdo con los datos proporcionados por sus propias fuerzas armadas.
El Ejército israelí aseguró que está actuando «bajo las mismas pautas [que en la guerra de 2014]» contra las milicias palestinas en Gaza, en la actual escalada de violencia, que había dejado hasta este miércoles por la noche al menos 67 palestinos (17 de ellos niños) y siete israelíes (incluyendo un niño de seis años) muertos.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha afirmado este martes haber lanzado 130 cohetes contra Tel Aviv ante la escala de enfrentamientos entre palestinos e israelíes, después de que Israel atacase un edificio de trece plantas en la Franja de Gaza
Ni Israel ni las milicias palestinas mostraron este miércoles contención alguna, pese a la muerte de civiles y a las numerosas llamadas internacionales al cese de la violencia, e intensificaron durante este tercer día los ataques. La embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, aseguró este mismo miércoles que la escalada ha llegado a una situación «extrema» e «inimaginable», que implica que «ya estamos casi en una guerra».
Sería la cuarta en algo más de una década. Las tres guerras anteriores, de 2008, 2012 y 2014, se saldaron con miles de muertos y heridos, especialmente en el lado palestino. La más sangrienta fue la última, con más de 2.200 víctimas fatales palestinas y 73 israelíes.
Los bombardeos israelíes de este miércoles, que incluyeron una operación de inteligencia contra «el mando militar supremo» de las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás, costaron la vida al comandante de la ciudad de Gaza, Bassem Issa.
Isa, conocido como Abu Emad, era cercano al líder de la milicia, Mohamed Deif, y actual jefe de operaciones de las brigadas en la ciudad de Gaza que han dirigido ataques con cohetes desde el enclave contra Israel.
Por su parte, el brazo armado de Hamás disparó también este miércoles un misil antitanque -el segundo después del lanzado por la Yihad Islámica el lunes- contra un vehículo blindado militar y mató a un soldado israelí de 21 años.
De madrugada, las milicias lanzaron una nueva ráfaga que hizo sonar las alarmas en el área de Tel Aviv y que mató a un hombre y a su hija de 16 años, árabes israelíes, en la ciudad de Lod. Durante el día, 15 proyectiles fueron disparados hacia la ciudad israelí de Dimona, donde se ubica una planta nuclear, mientras subía la retórica de la guerra con amenazas y plazos de nuevos ataques.
La escalada de violencia entre Israel y los palestinos tensa la situación en Oriente Medio. Este es el momento en el que la aviación israelí bombardea y derriba un edificio residencial de trece plantas. El ataque había sido avisado una hora antes, con lo que la torre y su entorno habrían podido ser desalojados. Desde Gaza se ha respondido inmediatamente con el lanzamiento de ciento treinta cohetes que han alcanzado Tel Aviv. 28 palestinos y dos israelíes han muerto ya en el intercambio de ataques de las últimas 24 horas.
Ya por la tarde, las milicias lanzaron 130 cohetes más contra las ciudades israelíes de Netivot, Sderot y Ashkelón, esta última especialmente castigada en la jornada del martes.
«Los terroristas de Gaza están disparando cohetes sin parar, mientras los civiles en el centro y sur de Israel pasan la noche en refugios para protegerse del lanzamiento», aseveraron las fuerzas israelíes a través de su perfil de Twitter.
La embajadora israelí en España insistió por su parte en que, de no haber sido por el sistema antimisiles de Israel, que tiene cerca de un 90% de efectividad, se habría producido una «auténtica catástrofe», ya que los cohetes apuntaban a los núcleos urbanos de Jerusalén y Tel Aviv, «dos líneas rojas muy claras».
Radian-Gordon consideró que el número de proyectiles que están disparando las milicias -más de un millar- tiene la intención de «saturar» el sistema de defensa antimisiles. «Es un ataque salvaje al que Israel no puede dejar de responder», advirtió.