La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció este lunes el retraso del inicio de las clases hasta el lunes 18 de enero, debido a los efectos del temporal Filomena, que arrasó la región durante el fin de semana.
Las heladas, previstas durante toda esta semana con temperaturas mínimas de hasta 10 bajo cero, tampoco ayudarán a que las calles sean más practicables y las aulas menos frías, por lo que la presidenta ha decidido anunciar los cambios.
“Suspendemos todas las clases presenciales en la Comunidad de Madrid hasta el lunes 18. Serán telemáticas desde este miércoles 13. Es necesario arreglar desperfectos y garantizar una vuelta segura a las aulas tras el temporal de nieve y frío”, ha explicado en Twitter.
Por la mañana, la dirigente madrileña había avanzado que a ella le gustaría que se retomaran las clases presenciales porque había que lanzar el mensaje de que, a pesar de las inclemencias, “todo tiene que volver a la normalidad pronto”. Pero el tiempo manda.
Varios municipios y plataformas de docentes habían pedido este lunes a la Comunidad de Madrid la suspensión de las clases presenciales al menos hasta el lunes 18 de enero, por los efectos de la nevada y “los riesgos que entrañaría la vuelta a las aulas” el miércoles, como estaba previsto. También lo habían pedido los sindicatos, como CC OO.
“Pensamos que lo más razonable y lo más sensato y lo más previsor a la luz de los acontecimientos y con los datos que conocemos hoy, que hay que dar seguridad al sistema, a las familias, y pensamos que esta semana debería mantenerse la teledocencia y las clases telemáticas”, dijo unas horas antes Isabel Galvín, portavoz del sindicato.
La Comunidad de Madrid, por tanto, ha prorrogado la cancelación de la actividad educativa presencial en los centros de la región hasta el próximo lunes 18 de enero. Así lo ha anunciado la presidenta regional tras conocer los primeros informes de la Consejería de Educación y Juventud y los desperfectos que ha causado el paso de la tormenta Filomena, una información que ha sido confirmada por los Ayuntamientos, los equipos directivos de los centros educativos y representantes de la educación concertada y privada.
Las principales causas que se han tenido en cuenta para tomar esta decisión han sido tanto la dificultad para garantizar de acceso y transporte a los centros educativos, como la seguridad en los mismos por los desperfectos causados por la nieve y el hielo acumulados, así como por la caída de árboles en las infraestructuras.