La Oficina de Atención Permanente dictó este jueves un año de prisión preventiva al sargento de la Policía, Cleber Encarnación Quevedo, acusado de disparar y provocar la muerte al menor Miguel Ángel Encarnación, de 13 años, durante una protesta en el sector de Capotillo.
La magistrada Cándida Joselyn Ramos, coordinadora del Departamento Investigativo de Crímenes y Delitos contra la Personas (Homicidio) de la Fiscalía del Distrito Nacional, solicitó al juez de la Oficina de Atención Permanente dictar la pena, en el entendido de que existen pruebas que lo vinculan en el hecho.
Encarnación Quevedo fue cancelado y puesto a disposición de la justicia por la Jefatura de la Policía Nacional el pasado 21 de julio, pero no fue hasta este jueves que fue enviado a la Fiscalía, para solicitarle medida de coerción.
El sargento Encarnación Quevedo, además, fue sometido a la justicia por ser señalado por los familiares del joven Carlos Valentín Lazala Franco, de 24 años, como el presunto autor de su muerte en el mismo incidente.
Los resultados de las investigaciones realizadas en el Laboratorio de la Policía Científica a la pistola Smith & Wesson, calibre 9 milímetro, asignada al sargento Encarnación Quevedo, arrojó que fue utilizada en las protestas y la bala.
Semanas atrás, dos jóvenes murieron en medio de una trifulca en el sector Capotillo, fruto de balas perdidas, estos fueron identificados como Francisco Peguero, de 24 años y Ángel Encarnación, de 13.
Una comisión encabezada por el Inspector de la Policía, mayor general José Luís Castillo Domínguez; el fiscal Alejandro Moscoso Segarra, el coronel Guillermo Báez Hubiera, comandante del Departamento de Investigaciones de Homicidios, tuvieron a su cargo la misión de investigar el caso.