La clase médica de la República Dominicana debería ser el sector más unificado en estos tiempos de crisis sanitaria por el mortal coronavirus, que hasta el martes había matado a 260 personas en el país; sin embargo, el Gobierno parece que se ha empeñado en dividirla, al no consultar a las autoridades del Colegio Médicos (CMD), ni las enfermeras en las decisiones que toma.
A esta conclusión hemos llegado, porque notamos que en las inauguraciones, ruedas de prensa y en reuniones palaciegas, no se ha visto los rostros del doctor Waldo Ariel Suero, presidente del CMD, ni la licenciada Antonia Rodríguez, presidenta del Colegio Dominicano de Profesionales de Enfermería (CODOPENF), ni mucho menos de reconocidos médicos, que tienen experiencia en el campo.
Entendidos del tema critican el nombramiento del doctor Amado Alejandro Báez como asesor del Poder Ejecutivo en salud pública y sistemas de desastres, quien vive en Estados Unidos desde finales del siglo pasado y ahora el “Gobierno lo presenta como el baselotodo. Han dividido la clase médica, porque solo el 1% del elitismo participa en las reuniones de toma de decisiones y los verdaderos médicos ni mascarillas tienen”.
Una fuente consideró como «un chiste de mal gusto», que el presidente Danilo Medina inaugurara el Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Computadoras, Ciberseguridad e Inteligencia del Ministerio de Defensa (C5i), sin la presencia del CMD, quien a su entender maneja datos más confiables que el Gobierno, y que tampoco participara el asesor honorífico del Ejecutivo, doctor Jorge Marte, desarrollador del protoloco de tratamiento que se está utilizando contra el Covid-19.
“La ausencia del Colegio Médico Dominicano; la ausencia del doctor Jorge Marte, es un claro indicio de que el Gobierno no tiene ni idea de lo que está enfrentando. En este momento, los médicos, policías, militares, voluntarios, son las clases más importantes que tiene el país; por eso no se puede menospreciar a nadie y menos a personas que tienen mucha experiencia”, concluye.
