El presidente Barack Obama, en discurso de campaña en Miami, exhortó el jueves a los electores votar por Hillary Clinton porque la elección del martes es una rara oportunidad para cambiar la historia, convirtiéndola en la primera presidenta de los Estados Unidos.
Estoy aquí para decirles que tienen la oportunidad para mover la historia a un mejor rumbo, y rechazar la política mezquina, declaró Obama en la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y refiriéndose al candidato republicano Donald Trump, quien el miércoles visitó Miami. Tienen ustedes la oportunidad de moldear la historia y elegir a la primera presidenta del país. A veces la historia es movible, donde se pueden mejorar o empeorar las cosas. Este es uno de esos momentos.
Las palabras de Obama sobre la historia, casi al final de su discurso de 45 minutos, las pronunció de una forma tan filosófica que cuando las dijo, los 4,500 partidarios en el auditorio que vitoreaban y aplaudían por cada cosa que decía guardaron silencio para poder entender mejor su mensaje.
La presencia de Obama en FIU, a solo seis días de la histórica elección, tuvo lugar en un momento significativo de la campaña de Clinton, que ha quedado sacudida por el resurgimiento del escándalo de los correos electrónicos, luego de que la semana pasada el director del FBI, James Comey, revelara que sus agentes habían descubierto más de 600,000 mensajes en el computador de Anthony Weiner, separado esposo de Huma Abedin, la ayudante principal de Clinton.
Hillary no apareció con el presidente, pero Obama dejó en claro que la campaña de su ex secretaria de Estado es extremadamente importante para él, porque su legado podría esfumarse si los votantes eligen a Trump, un candidato que describió como temperamentalmente incapaz.
Varios oradores precedieron a Obama en la tarima, incluyendo el senador demócrata de la Florida Bill Nelson y el candidato demócrata al Congreso Joe García, pero fue una joven líder del movimiento Dreamer quien presentó al Presidente.
Gaby Pacheco, que en el 2010 fue uno de cuatro inmigrantes que caminaron 1,500 millas desde la Torre de la Libertad, en el downtown de Miami, hast a Washington D.C. para promover estatus legal para jóvenes traídos a Estados Unidos por padres indocumentados, fue la encargada de anunciar la presencia de Obama.
Mi familia es de Ecuador y llegué a los Estados Unidos cuando tenía ocho años, dijo Pacheco.
Pacheco terminó su breve presentación diciendo que hace unos años había conocido a Trump y que entonces le pareció un individuo arrogante e incoherente y que no parece haber cambiado.
Obama entró al escenario vestido de una manera informal, con una camisa blanca y corbata oscura, sin saco. Abrazó a Pacheco y de inmediato fue al grano.
No se equivoquen, dijo Obama. Todo el progreso que hemos tenido se va al traste si no ganamos esta elección. Nuestro futuro depende de esto.
Luego enumeró lo que, en su parecer, son las fallas de Trump, por las que, agregó, no se le pueden confiar las llaves de la Casa Blanca.
Como empresario, no pagaba sus deudas con los contratistas que laboraban para él, señaló Obama. No dió a conocer sus declaraciones de impuestos, pero admitió que no había pagado impuestos federales por varios años.
Al terminar su lista de las presuntas imperfecciones de Trump, Obama provocó que la multitud lo ovacionara largamente cuando utilizó una frase idiomática estadounidense que expresa incredulidad: Come on, man [Vamos, hombre].
Lo que tú eres o has sido no cambia cuando llegas a ocupar la Oficina Oval, apuntó Obama. Si tu le has faltado el respeto a las mujeres antes de llegar al poder, tú también les vas a faltar al respeto a las mujeres como Presidente. [Trump] es una persona singularmente no capacitada para ser presidente. Hillary Clinton es la capacitada.
Por segunda vez en menos de 30 días, Obama regresó a Miami para promover a Clinton.
Obama viajó a Miami el 20 de octubre para asistir a dos eventos el mismo día. Uno fue para promover su polémico seguro de salud, más conocido como Obamacare, pero el otro fue exclusivamente para promover la campaña de Clinton.
Clinton y Obama han estado enfocando sus esfuerzos, en la recta final, en la Florida porque los estrategas piensan que si la demócrata gana la Florida, podría ganas la Casa Blanca.




