Legisladores de diferentes bancadas externaron este jueves opiniones a favor y en contra de la elección de los nuevos miembros de la Junta Central Electoral (JCE).
El Senado de la República, escogió por unanimidad la noche de este miércoles para presidir el organismo al doctor Julio César Castaños Guzmán; y a los miembros titulares Roberto Saladín, Carmen Imbert Brugal, Rosario Graciano y Henry Mejía Oviedo. Mientras que los suplentes son José Miguel Minier, José Lino Martínez, Luis Rafael García, Rafael Evangelista y Juan Bautista Cuevas.
Cuestionada al respecto, la diputada del Partido Revolucionario Moderno (PRM) por Boca Chica, Josefa Castillo, estimó que esa elección no es más que una demostración de que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), utilizó su avasallante poder para imponer su voluntad.
Castillo dijo que esa designación maltrecha, aleja las posibilidades de diálogo, además, de que no le suma a la transparencia, pues no se puede tener una JCE imparcial cuando imponen una persona. Expuso que en una sociedad que tenga criterios democráticos esto no sucede.
De su lado, el Hamlet Melo, diputado del PLD por la Altagracia, consideró que la nueva Junta será un organismo ecuánime, con personas con sobradas experiencia y que además se cumplió con la cuota femenina.
José Antonio Díaz Reyes, legislador del partido oficial por Pedernales, estimó que la clasificación de los integrantes del órgano elector, sin lugar a dura que no es cuestionables, ya que entiende que son personas serias que garantizaran futuros procesos transparentes que es justamente lo que espera la población dominicana.
Darío Zapata, diputado del PRM por Dajabón, al ser abordado sobre el particular señaló que dos de los miembros escogidos están vinculados a partidos políticos. Indicó que Henry Mejía es un dirigente político que pasó con el apoyo del canciller de la República Dominicana, Miguel Vargas Maldonado; y Rosario Graciano, contó con el apoyo del expresidente del país, Leonel Fernández.
No obstante, expuso que aunque respeta la decisión de los senadores del PRD que no objetaron la escogencia y marcharon de la sección, pero no la comparte. A su juicio, que aunque estos no contaban con mayoría para imponerse, debieron echar el pleito.
El proceso de votación para los nuevos miembros de la Junta Central Electoral estuvo caracterizado por las denuncias en torno a la doble moral imperante en los diversos sectores que influyen en las tomas de decisiones, los cabildeos de todas la partes y por las imposiciones llevadas a cabo desde fuera de la sede que alberga el Congreso Nacional.
El PRM y denominado Bloque de Partidos de Opción, fueron reiterativos en denunciar que el oficialismo ha quería conformar una JCE a su medida, mientras el PLD sus aliados acusaron a los opositores de actuar con doble moral en el proceso, al querer presentarle a la sociedad una cosa y por debajo estar haciendo otra.
