SAN FRANCISCO.- Ocho mujeres y cuatro hombres del jurado escucharon los argumentos de los fiscales federales y los abogados de Barry Bonds durante más de cuatro horas y media al concluir un juicio de 12 días que expuso el oscuro mundo de la era de los esteroides en el béisbol.
Ahora el destino del ex toletero de los Gigantes de San Francisco depende de ellos. Tras escuchar acusaciones sórdidas de uso de substancias prohibidas, robo y partes del cuerpo que crecieron (la cabeza de Bonds) y se redujeron (sus testículos), los 12 integrantes del jurado decidirán si el rey de los jonrones se convertirá en un delincuente convicto.
El juicio a Bonds bajo cargos de que mintió a un jurado investigador hace más de siete años cuando presuntamente negó utilizar esteroides a sabiendas terminó este jueves con los argumentos finales de ambas partes, llenos de virulencia y actitudes de superioridad moral.
"Hay una verdadera ironía en este caso", dijo el fiscal federal adjunto Matthew Parrella. "Estas substancias que el demandado tomó para hacerse más fuerte en realidad no lo fortalecieron. Era débil. Estaba demasiado débil para decir la verdad a pesar de todos los esteroides anabólicos".
Tras esta declaración la juez federal Susan Illston se dirigió al jurado y dijo: "Damas y caballeros, en este momento se los estamos dejando a ustedes".
El siete veces Jugador Más Valioso, considerado uno de los bateadores más grandes de la historia, está acusado de tres cargos de hacer declaraciones falsas y uno de obstrucción a la justicia. Sus abogados ridiculizaron a la fiscalía por considerar que está obsesionada con las celebridades y por condenar a su cliente.
"Es parte de un esfuerzo por satanizar a Barry Bonds, y esto está muy mal", dijo Allen Ruby, quien encabeza la defensa.
"Tienen el poder de acabar con carreras y arruinar vidas", afirmó la abogada Cristina Arguedas con la voz entrecortada. "Nadie puede probar esa evidencia a menos que tengan los medios y la fortaleza interna para llegar a un juicio con un jurado, con ustedes".
Bonds está acusado de mentirle a un jurado investigador en diciembre del 2003, al decir que jamás utilizó esteroides y la hormona de crecimiento humano a sabiendas. Estas substancias le habrían sido proporcionadas por su entrenador personal Greg Anderson.
También está acusado de decir que sólo permitió que lo inyectaran médicos. Finalmente encara otro cargo de obstrucción a la justicia en cuatro declaraciones adicionales en las que, según el gobierno, intentó evadir o confundir al jurado investigador.
Cada cargo implica una posible sentencia a 10 años en prisión, pero las normas federales recomiendan una sentencia total de 15 a 21 meses de cárcel, que también podría ser purgada en arresto domiciliario.
Bonds no niega que haya tomado esteroides, pero le dijo al jurado investigador que Anderson le aseguró que eran aceite de linaza y un bálsamo para la artritis.
Parrella dijo que Bonds trataba de "convencer de una mentirilla para esconder la gran mentira" de que sus números impresionantes, incluyendo el récord de jonrones en una temporada (73 en el 2001) y en su carrera (762), se construyeron con esteroides.
"Todo encaja cuando uno se da cuenta que el acusado mintió al jurado investigador porque quería proteger su secreto", dijo el fiscal. "Habría sido vergonzoso y humillante para él que lo reconociera".
"Pero ¿saben una cosa?", dijo. "Otros jugadores sí lo hicieron"
Jason Giambi, ex Jugador Más Valioso de la Liga Americana, así como Jeremy Giambi, Marvin Benard y Randy Velarde testificaron que recibieron esteroides de Anderson y afirmaron que sabían qué era lo que les estaba dando. Anderson está en prisión por negarse a testificar y el jurado deberá decidir qué hacer en su ausencia.
Vestido con un traje azul oscuro, Bonds permaneció en su silla y ocasionalmente bebió agua de una botella. Cuando terminó la presentación de la defensa le dio una palmada en la espalda a Ruby como muestra de aprecio. Arguedas caminó a la primera fila de los asistentes al juicio y le dio un abrazo a la madre del jugador, Pat.
El fiscal adjunto federal Jeffrey Nedrow sostuvo que Bonds mintió sobre su uso de drogas porque no quería que su padre, Bobby Bonds, un ex astro de las mayores, supiese, al igual que los Gigantes.
"El acusado tenía un secreto y no quería que su padre se enterara", declaró Nedrow. Bobby Bonds murió de cáncer en el 2003.