En la República Dominicana a partir del año 1930, se hizo casi imposible la oposición política al régimen de Rafael L. Trujillo Molina, éste procedió de forma despótica contra todo intento de adversión política, los que se decidieron a oponérsele de forma militante fueron a parar a las cárceles, el cementerio o al triste exilio. Entre la gran cantidad de desterrados se encontraban diversos intelectuales; algunos de los cuales habían servido al déspota, de forma consciente o por las características represivas de éste.
Bajo la inspiración que creó en América Latina la Revolución Cubana, del 1ro. de enero de 1959 y sumado a la tradición de lucha del pueblo dominicano; se celebró en Cuba el Congreso Constitutivo del Movimiento de Liberación Dominicana M. L. D. Esto ocurría en el mes de marzo de 1959, evento en el cual participaba la mayoría del conjunto del exilio dominicano y se aprobó la estrategia inmediata de dicho frente, es decir, su Programa Mínimo. Fue muy notoria la participación teórica del Dr. Juan Isidro Jiménez Grullón y del doctor José Cordero Michel en la elaboración del programa; este último murió con las armas en las manos.
Es necesario señalar que luego del fracaso en el aspecto militar del Movimiento insurreccional iniciado los días 14 y 20 de junio del 1959, se procedió a la formación del Movimiento Revolucionario 14 de Junio; el cual acogió en todas sus partes el programa mínimo de su antecesor, en tanto se constituía en una aspiración adaptada a la época.
En este modesto ensayo pretendemos destacar el carácter progresista y revolucionario de dicho programa y hacer que el mismo sea recordado como una experiencia histórica con mucha aplicación en los momentos actuales, casi con la única diferencia en lo relativo a la libertad de tránsito y pensamiento.
Los héroes y mártires del catorce de junio planteaban en el aspecto político, lo siguiente: a) Derrocar por todos los medios a su alcance el régimen de opresión y sangre establecido en la República Dominicana por Rafael L. Trujillo desde el año 1930; b) Establecer un gobierno provisional democrático revolucionario que en un período de dos años ponga en marcha el Programa de la Revolución y crear las condiciones necesarias para que el pueblo dominicano pueda ejercer libremente sus derechos políticos y sociales; c) Convocar dentro de un término prudencial una Asamblea Constituyente elegida por medio del sufragio universal, directo y secreto encargada de elaborar la nueva Constitución de la República con sujeción a los principios que rigen la concepción de la organización democrática del Estado e inspirada en los postulados de la justicia económica y social; d) Derogar toda la legislación antidemocrática de la tiranía.
Como se puede observar de los héroes y mártires de Constanza, Maimón y Estero Hondo, tenía aspectos sumamente avanzados, los cuales trascienden el espacio histórico en que fueron levantados y adquieren vigencia.
El programa político que servía de plataforma estratégica a los integrantes de la denominada Raza Inmortal, no sólo tenía posiciones avanzadas en lo político; sino también, en lo social, aspecto en el que planteaban lo siguiente:
a). Implantar una amplia reforma agraria, que garantice al campesino la posesión de la tierra y le otorgue el derecho de propiedad correspondiente en la proporción que determine la ley de acuerdo con el principio que establece la función social de la propiedad;
b). Reformar la «Ley de Tierras» que se obtuvieron por fraude o violencia;
c). Garantizar la libre organización de la clase obrera y campesina como medio de defensa de su intereses y reconocer el derecho de huelga como instrumente de lucha del proletariado;
d). Iniciar una efectiva campaña de alfabetización y reformar íntegramente la enseñanza a fin de que la nueva escuela desde la primaria hasta la universitaria sea la forjadora de una conciencia nacional avanzada y libre que contribuya a darle impulso a los reclamos y derechos del pueblo;
e). Establecer un amplio sistema de seguridad social que ampare a la niñez, la ancianidad y el desempleo y ofrezca los servicios imprescindibles para la protección de la salud y una vivienda adecuada».
Aunque han transcurrido varias décadas desde aquel momento de gran patriotismo cuando fue elaborado este programa de gobierno; la vigencia de la mayoría de los aspectos planteados como tareas redentoras, las mismas siguen siendo constituyendo una realidad deseada. Nadie que crea en la felicidad del pueblo dominicano, podrá negar la necesidad inmediata de aplicar en todas sus partes las medidas programadas por los catorcistas en lo social, en lo político; lógico que sujetas a las circunstancias propias de la época o sea de la correlación de fuerzas existentes en el momento de su puesta en ejecución.
La lectura del Programa Mínimo del MLD nos lleva a la conclusión de que urge la necesidad de trabajar de forma unitaria por la consecución de los objetivos perseguidos por esa pléyade de compatriotas y hermanos latinoamericanos, que vinieron a martirizarse por la libertad y felicidad del pueblo dominicano, loor a estos valientes combatientes, honremos sus luchas con la imitación de sus acciones.