Critican en Haití demoras en juicio contra exdictador Duvalier

Puerto Príncipe.- La plataforma de derechos humanos haitiana Colectivo contra la Impunidad calificó hoy de violación del derecho internacional la demora de las autoridades en juzgar al exdictador Jean-Claude Duvalier, acusado de crímenes de lesa humanidad.

El también conocido como Baby Doc cumplió este septiembre ocho meses de su regreso a la nación caribeña sin enfrentar todavía ningún proceso judicial, pese a las más de 20 querellas presentadas en su contra.

«El Colectivo rechaza la negación del derecho y la impunidad que engendra la falta de juicio contra Duvalier», afirma el comunicado de esa organización, conformada por varias entidades humanitarias locales y vícitmas de la dictadura de 1971 a 1986.
Indicó además que el tiempo pasado sin procesar al represor puede convertirse en signo de incapacidad de las estructuras judiciales.

Juzgarlo puede ser una oportunidad de transformar nuestro sistema jurídico y de abrir el camino para exigir a otros violadores de los derechos humanos que rindan cuenta ante la nación, asegura el texto.

El sistema judicial haitiano, considerado corrupto e ineficiente por la mayoría de la población, es un híbrido del heredado del colonialismo francés y de las normas establecidas durante los regímenes de Baby Doc y de su padre, el también dictador Francois Duvalier.

Otra de las dificultades para el proceso está en que Haití no cuenta oficialmente con ministro de Justicia, pues ese funcionario debe ser nombrado por el Jefe de Gobierno, cargo también vacante por las contradicciones entre el presidente Michel Martelly y el Congreso, dominado por la oposición.

A Duvalier, de vuelta desde el pasado 16 de enero tras 25 años de exilio en Francia, se le atribuyen, entre otros delitos, casos de violación de los derechos humanos, corrupción, asociación de delincuentes y malversación de entre 300 y 800 millones de dólares.

Se estima que durante las dictaduras dinásticas duvalieristas fueron asesinados entre 20 mil y 30 mil civiles haitianos, principalmente a manos de unas fuerzas militares, todavía existentes de forma no oficial, denominadas Ton Ton Macoutes.

No obstante, mientras cientos de personas tanto en Haití como en el resto del mundo piden juzgar esos crímnes, Baby Doc parece disfrutar su regreso a la patria.

Aunque una corte de Puerto Príncipe dictó una orden de arresto domiciliario contra él desde abril pasado, Reynold Georges, uno de los abogados defensores, reconoció que su cliente burlaba dicha disposición.

Asistió recientemente a un matrimonio, ha dormido en Mirebalais (60 kilómetros al noreste de Puerto Príncipe) y va a la playa, afirmó Georges. Otros testigos afirman haberlo visto en cumpleaños, cafeterías, lujosos restaurantes y conciertos de jazz.    De acuerdo con la orden, Baby Doc debe mantenerse en su vivienda en Petionville, en las afueras de esta capital, y recibir visitas únicamente en horarios restringidos.

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