Santiago.- El Ministerio de Trabajo, a través de la Unidad contra el Trabajo Infantil (UTI), retiró 68 niños que se encontraban realizando labores de riesgos en el vertedero de Rafey, en Santiago, así como en el mercado Hospedaje Yaque, del sector La Joya de esta ciudad.
El viceministro Félix Hidalgo, coordinador de la UTI, encabezó esta inspección focalizada en trabajo infantil, como parte de los esfuerzos que realiza el Ministerio en el fortalecimiento de la aplicación de la normativa laboral.
Las infracciones fueron levantadas a proveedores de mercancías y productos variados en el mercado, por utilizar de manera directa o indirecta, a menores en labores no aptas para ellos.
En cuanto al vertedero de Rafey se constató la presencia de niños en condiciones degradantes. Felipe Rosario, presidente de la Asociación de Buzos de vertedero de Rafey, informó, además, que el pasado año tres menores de edad perdieron la vida al ser atropellados por camiones recolectores de basura, por lo que agradeció la presencia de los inspectores de trabajo y de la UTI para evitar que este tipo de tragedias vuelvan a suceder.
El ministro de Trabajo, Francisco Domínguez Brito, hizo un llamado de concientización a toda la ciudadanía, para evitar que se sigan suscitando situaciones tan lamentables con los niños y niñas en nuestro país.
“La población en general debe preocuparse por esta situación. No podemos seguir permitiendo que nuestros niños se arriesguen de manera tan indignante e inhumana. No queremos ni una sola muerte más de menores bajo ésta condición. Esta práctica debe ser erradicada de una vez y por siempre en República Dominicana”, enfatizó el titular.
Francisco Domínguez garantizó que van aumentar la drasticidad de las medidas, así como el número de inspecciones en todo el territorio nacional, hasta eliminar por completo el trabajo infantil.
“Vamos a buscar la manera de que las madres de estos menores de edad puedan tener acceso a alguna ayuda social, con el compromiso de mantener a sus hijos alejados de todo trabajo que pueda implicar riesgos para ellos y con la condición no negociable de su asistencia a las escuelas. Con la salud y la educación de nuestros niños y niñas, no podemos seguir siendo indiferentes y es ahí donde digo que no vamos a ceder un paso”, afirmó.
Las edades de los menores retirados del trabajo, oscilan entre 8 y 14 años de edad, muchos de los cuales se encontraban laborando jornadas de hasta 10 horas diarias, en trabajos que no sólo los alejan de las escuelas, sino que también ponen en riesgo su salud.
