Malinalco, el valle mágico

Guadalajara, Jalisco.- Muy al sur del Estado de México y a dos horas por carretera de la capital del país, se encuentra el pueblo de Malinalco. Su nombre guarda la identidad que habla mucho de los orígenes de este lugar que data de la época prehispánica, el cual proviene del Náhuatl Malinalxoch, que significa flor del malinalli.
 
Este municipio cuenta con diversos atractivos turísticos, con una amplia biodiversidad y sitios arqueológicos. Por ejemplo, está la zona de Cuauhtinchan o “Casa de Águilas”, que corresponde a la segunda zona arqueológica más visitada e importante en el Estado de México, después de Teotihuacan. El lugar cuenta con construcciones Aztecas, que datan del siglo XV y XVI.
 
Al llegar a la cumbre de la “Casa de Águilas”, luego de un ascenso de 13 niveles y casi 400 escalones, en este edificio tallado en piedra y que data del año 1501, se encontrará con un altar y algunas representaciones de águilas y jaguares, evidentemente animales que fueron inspiración para los guerreros.
 
Otros sitios que concentran toda la cultura e historia del pueblo de Malinalco, son el Museo Vivo y el Museo Universitario “Luis Mario Schneider”. El primero es un ejemplo de conservación de la naturaleza, que lo conectará con ella gracias a la forma en que se nos presenta el entorno. El segundo, cuenta la historia de este municipio, desde sus tradiciones más arraigadas, hasta una colección muy completa de la cultura Mexica.
 
En este sentido, las festividades religiosas no pueden quedar de lado en su visita a Malinalco. Entre las fechas que más se celebran en este lugar inician cada año el 13 de enero, con una colorida verbena popular, danzas, cohetes y juegos mecánicos, para festejar a su patrono, San Antonio de Padua. Antes, el primer día del año, en la plaza central del municipio se llevan a cabo desfiles escolares y un espectáculo charro, que conmemora la creación de Malinalco como municipio.
 
Otras fechas para visitar Malinalco, en medio de sus festividades tradicionales, es la Semana Santa, la cual inicia desde la víspera del “miércoles de ceniza”, con una actuación de los pobladores, donde simulan un episodio bíblico, que consiste en la búsqueda de Jesucristo para la crucifixión, en una puesta en escena que se repite cada domingo hasta la Semana de Pascua.
 
Pero ir a Malinalco también significa relajación. La tradición dicta que el Temascal Ahaxochitl (flor de agua) es la mejor opción, ya que forma parte de la medicina popular mexicana y consiste en una purificación física, mental y espiritual, muy útil para quienes tienen actividades intensas en su día a día y buscan un equilibrio muchas veces difícil de encontrar entre su cuerpo y mente.
 
Estas cosas, entre otras muchas razones, llevaron a que Malinalco fuera denominado como “Pueblo Mágico” en 2010, por parte de la Secretaría de Turismo (Sectur), para formar parte de este selecto grupo de municipios que destacan por la magia de sus alrededores.
 
La artesanía y gastronomía
 
Elaboradores por excelencia de bisutería en piedra, cuero y metal, así como morrales y ropa, los pobladores tienen una actividad económica-turística muy importante en este sector. Por otro lado, en Malinalco se come bien. La amplia gastronomía de este lugar lleva a experimentar con sabores que van desde la especialidad de “trucha al estilo Malinalco”, pasando por la “iguana en caldillo”, rana, ajolote en tamal, armadillo, conejo, jabalí y tlacuache, hasta llegar a los panes tradicionales como los bolillos, bisquets y bombones, entre una amplia variedad. En cuanto a bebidas, en Malinalco se produce un muy buen pulque, nieves y una completa carta de aguas frescas.
 
El clima que predomina en Malinalco es semicálido, con lluvias en verano, y una temperatura promedio de 20 grados centígrados, con máximas que pueden llegar a los 34 grados centígrados, por lo que si decide visitar este Pueblo Mágico, prácticamente cualquier época del año es buena para pasar un fin de semana, donde se sentirá atraído por sus construcciones de la época colonial, como el convento del siglo XVI, del Divino Salvador, así como sus once capillas, entre otras iglesias y haciendas, cuyas construcciones son testigos de los múltiples vestigios arqueológicos del lugar.
 
Malinalco es un pueblo que tiene mucho que contar a quienes lo visitan, con un gran acervo histórico escrito en sus paredes y vestigios que datan de varios siglos atrás, invitando a los visitantes a que descubran el verdadero significado de la magia de este lugar.

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