El papa Francisco denunció el actual sistema económico globalizado centrado en el dinero y aseguró que “cuando falta el trabajo, falta la dignidad”, en el primer acto de su viaje a Cagliari, capital de la isla italiana de Cerdeña, una de las más afectadas por la crisis económica.
Francisco tenía preparado un discurso pero decidió obviarlo por completo e improvisar sus palabras y hablar de corazón, después de escuchar los testimonios de tres sardos: un parado, un pastor y una empresaria.
“Perdonadme por estas duras palabras, pero donde no hay trabajo falta la dignidad”, exclamó el papa argentino quien añadió que “es difícil tener dignidad sin trabajar y que el trabajo es dignidad, llevar el pan a casa, y amar.
“Vivimos las consecuencias de una decisión mundial, de un sistema económico que lleva a esta tragedia. Un sistema económico que tiene en el centro un ídolo que se llama dinero. Pero Dios ha querido que en el centro del mundo estén el hombre y la mujer y que lleven adelante el mundo con su trabajo, y no el dinero.“Dos generaciones de jóvenes no tienen trabajo -agregó- y así el mundo no tiene futuro”, precisó.
Francisco comenzó su discurso expresando su “cercanía” sobre todo “a los muchos jóvenes parados, aquellos afectados por el desempleo temporal, o con contratos precarios, a los empresarios y comerciantes que luchan por seguir adelante”.
El pontífice explicó que conoce bien esta realidad por su experiencia en Argentina y dio “ánimos” a aquellos que sufren el drama de la crisis del trabajo.
