La sorprendente decisión del presidente palestino, Mahmud Abas, de firmar más de una decena de convenios internacionales deja a Estados Unidos en dificultades para reencauzar las conversaciones de paz de Oriente Próximo.
Los documentos firmados por Abas, dijeron altos cargos, incluyeron la Convención de Ginebra, un texto clave en la legislación internacional sobre la guerra y la ocupación.
Los palestinos esperan obtener un respaldo más fuerte para apelar a la Corte Criminal Internacional y eventualmente presentar una queja formal contra Israel por su ocupación continuada de las tierras tomadas en la guerra de 1967 y que reclaman como un Estado propio.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anunció de inmediato que cancelará su viaje a la región el miércoles, cuando Washington esperaba llegar a un acuerdo de tres partes para extender las negociaciones de paz hasta 2015.
«Este es un momento para estar realmente centrado y sobrio sobre este proceso», dijo Kerry a los periodistas en Bruselas, donde asistía a una reunión ministerial de la OTAN.
«Es absolutamente prematuro hacer cualquier tipo de juicio esta noche (martes), ciertamente cualquier juicio final, sobre los eventos de hoy y dónde están las cosas», dijo, aclarando que continuará con sus esfuerzos para terminar con generaciones de conflicto en Oriente Próximo.
Altos cargos palestinos han señalado que la nueva crisis puede durar poco si Israel cumple su compromiso de liberar a más de dos decenas de presos palestinos. Israel ha dicho primero que quiere que los palestinos acuerden ampliar las conversaciones más allá del límite de finales de abril.
Kerry dijo que Abas, tras firmar los acuerdos internacionales, había dicho en una reunión con la Organización por la Liberación Palestina que seguiría en contacto con los estadounidenses.
«Lo importante es mantener el proceso vivo y encontrar un camino para ver si las partes están preparadas para seguir adelante. Al final, esto es una cuestión de los implicados», dijo Kerry.
Un portavoz del primer ministro palestino Benjamin Netanyahu declinó comentar el movimiento de Abas.




