La firma británica AstraZeneca rechazó este lunes una oferta de compra «final» y mejorada de Pfizer, arrojando serias dudas sobre el plan de la empresa estadounidense de una fusión para crear el grupo farmacéutico más grande del mundo.
El rechazo llegó nueve horas después de que Pfizer anunció el domingo que había elevado su oferta de adquisición a 55 libras esterlinas por acción, o alrededor de 70.000 millones de libras (118.000 millones de dólares) en total, y dijo que abandonaría el intento de compra si AstraZeneca no la aceptaba.
Las acciones de AstraZeneca caían un 13 por ciento a 42 libras en las primeras operaciones al disminuir las posibilidades de una compra. Algunos grandes accionistas manifestaron su molestia por la postura del directorio de la compañía.
Pfizer quiere crear la farmacéutica más grande del mundo, con la sede central en Nueva York pero con una base fiscal en el Reino Unido, donde las tasas impositivas a las empresas son más bajas que en Estados Unidos.
El plan se ha topado con la férrea oposición de AstraZeneca, así como de muchos políticos y científicos que temen recortes de empleos y en los trabajos de investigación.
«Murió de heridas múltiples: Muy poco dinero en efectivo, demasiadas sospechas sobre los motivos de Pfizer y muy poca confianza en sus garantías sobre los empleos», dijo Erik Gordon, profesor de la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan.
«Las posibilidades de Pfizer están bajando a pesar de su oferta a un precio más alto», agregó.
El presidente de AstraZeneca (AZN.L: Cotización), Leif Johansson, dijo que había dejado claro en discusiones con Pfizer que su directorio sólo podía recomendar una oferta que fuera al menos un 10 por ciento superior a las 53,50 libras ofrecidas por Pfizer el viernes, o 58,85 libras.
