La promoción del proyecto residencial Don Diómedes era un sueño, ofrecía calles asfaltadas, tendido eléctrico, agua, teléfono, canchas y todas las comodidades propias de un lugar digno para vivir y construir la casa que todos anhelan; sin embargo, la realidad es otra, no existe ninguna diferencia con un barrio empobrecido de la capital.
Las calles deterioradas, el caserío de madera y el hacinamiento en la entrada de la urbanización parecen indicar que la promesa de la Inmobiliaria Geraldino, encargada de brindar las facilidades ofrecidas en el paquete de ventas eran solo ilusiones de magos.
Hace más de seis meses que la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd), no le envía una gota de agua, por lo que deben comprarla de camioncito para bañarse, tomar y hacer los quehaceres domésticos.
El señor José Francisco Pimentel, quien vive en el lugar desde el 2000, sostuvo que ni siquiera el tendido eléctrico está completo y la cantidad de solares baldíos presenta un panorama tenebroso para los que se aventuraron a construir sus viviendas.
Pimentel, quien es el propietario del único colmado de la urbanización, comenta que las ventas son escasas, ya que los dueños de los terrenos no han querido construir y prefieren venderlos.
Asimismo, la presidenta de la junta de vecinos Don Diómedes, Lucía Buter, explica que por tratarse de un proyecto privado, cuando acuden a cualquier institución pública les dicen que no tienen que ver con eso y que es el responsable de la inmobiliaria quien debe responder.
“Tenemos una cancha porque les rogamos al alcalde Francisco Fernández que hiciera algo por lo jóvenes que no cuentan con ningún tipo de entretenimiento sano y que sirviera para alejarlos de los vicios”, precisó Buter.
Narró que duró tres años yendo a las oficinas de Codetel para que instalaran el cableado telefónico y después de tanta espera y trámites logró que los moradores tuvieran su línea de llamadas y parábolas.
Igual viacrucis ha empezado con la Caasd para pedirle que por lo menos construyan un pozo hidráulico, ya que el agua de acueducto no existe en esa zona.
“Con este calor, los apagones y uno sin agua es para caerse muerto, el gobierno no da para satisfacer las necesidades básicas, que es lo mínimo que debieran ofrecer a la población”, manifestó la presidenta de la junta de vecinos.
Como representante de los residentes, Lucía Buter habló con los responsables de la Inmobiliaria Geraldino, para ver quién puede ayudarle a resolver los problemas que tiene el sector; no obstante, le dijeron que cuando esté construido el 90% de las casas, cumplirán con lo acordado.
“Estamos en un círculo vicioso, la gente no compra porque esto está abandonado y arrabalizado y ellos no cumplen porque solo habita el 30% de los propietarios”.
Caasd se defiende
Tras ser consultado sobre el particular, el subdirector general de operaciones de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd), Luis Salcedo, aclaró que le ha puesto especial interés al municipio Santo Domingo Norte, debido a que tiene la particularidad de que el agua que reciben es de acuíferos subterráneos, los cuales se han visto afectados por la escasez de lluvias.
Salcedo aclaró que en término generales la Caasd está haciendo esfuerzos para mitigar el efecto negativo, redistribuyendo los operativos: “En el caso de San Felipe, en Villa Mella se está trabajando y en un corto plazo se va a resolver; no hay que construirles pozo, porque ya están hechos, ahora estamos en la fase de equiparlos”.
Detalló que ya se instalaron dos equipos en Sabana Perdida que estaban fuera de servicio y próximamente se entregará un pozo en la zona del Milloncito; uno en el Dorado, Barrio Nuevo, Cruce de la Virgen y Ponce de los Guaricanos.
El subdirector general de operaciones pidió a la población tener paciencia y entender que el país vive un periodo de sequía, donde los ríos han disminuido significativamente su caudal y, obviamente, eso está afectando el nivel de servicio del agua; aseguró que en los próximos días el abastecimiento en Santo Domingo Norte mejorará significativamente.
Mientras tanto, apeló a la comprensión de la ciudadanía para que haga un uso racional del preciado líquido, con el fin de que lo usen en labores estrictamente necesarias y eviten lavar vehículos y regar áreas verdes.
