Diálogo nacional versus protestas opositoras en Ecuador

Un diálogo nacional por la justicia social y la equidad es la bandera que enarbola hoy el gobierno de Ecuador frente a las protestas que protagonizan sectores opuestos a la gestión del mandatario Rafael Correa.
 
De acuerdo con el secretario nacional de Planificación y Desarrollo, Pabel Muñoz, el debate busca construir una sociedad mejor, y priorizar el bien común sobre los intereses personales.
 
La generación de corresponsabilidad y la profundización de la democracia también se incluyen entre los objetivos del diálogo que pretende involucrar a todos los ecuatorianos, para según Correa, debatir sobre qué clase de país queremos.
 
Estamos dispuestos a seguir haciendo los cambios que el país necesite, en paz y en democracia, afirmó, por su parte, el canciller Ricardo Patiño, durante un encuentro con periodistas extranjeros acreditados en esta capital.
 
Según recordó el jefe de la diplomacia ecuatoriana, desde su llegada al poder en enero de 2007, el gobierno de la Revolución Ciudadana, como se denomina al proyecto social impulsado por Correa, anunció que haría profundas transformaciones en Ecuador.
 
Nunca barnizamos nuestras decisiones, aseveró Patiño, tras señalar que todos los cambios han sido realizados a través de referendos y consultas populares.
 
La propuesta de un diálogo nacional surge, sin embargo, a raíz de las manifestaciones, en algunos casos violentas, que desde hace varios días protagonizan grupos opositores en Quito, Guayaquil y otras ciudades, contra sendos proyectos de ley que incrementarían los impuestos a las herencias y la plusvalía.
 
Para evitar una escalada de la violencia, y propiciar un clima de paz y tranquilidad en vísperas de la llegada del papa Francisco, Correa decidió el lunes pasado retirar temporalmente las propuestas, pero su gesto conciliador cayó en saco roto, pues las protestas continuaron, aunque con menor poder de convocatoria.
 
A las marchas se sumaron varias organizaciones indígenas y sindicales, que mientras niegan hacerle el juego a la derecha, pretenden pescar en río revuelto, y hasta anunciaron un paro nacional, en protesta por las políticas laborales del gobierno, el recorte de 40 por ciento de las aportaciones estatales a la Seguridad Social y la intervención del fondo de cesantía de los maestros, entre otras demandas.
 
Los militantes de la gobernante Alianza PAIS, por su parte, decidieron desmontar la vigilia permanente que mantenían para no ceder las calles a la oposición, y anunciaron que se dedicarán a dialogar en las comunidades.
 
De acuerdo con el gobierno, el debate, que durará por lo menos tres meses, busca crear conciencia de las condiciones estructurales que causan la pobreza y la desigualdad en el país.
 
El mayor pecado social de nuestra América es la inequidad, aseguró ayer Correa, quien considera que esa intolerable desigualdad histórica que sufre Ecuador y el resto de las naciones latinoamericanas debe ser la base para dialogar.

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