Como cada año, católicos dominicanos esperan con júbilo el 24 de septiembre para celebrar el día de la Virgen de Las Mercedes y de esta forma rendir tributo a la Patrona de la nación y, a su vez, manifestarle sus más sentidas plegarias.
Para la Iglesia Católica el término Mercedes es sinónimo de gracia, dádiva y misericordia; por eso también es reconocida como la Virgen de la Misericordia.
Miles de creyentes van a los templos a ofrecer culto a La Merced, como cariñosamente le llaman, especialmente acuden al Santo Cerro de La Vega, donde se encuentra su santuario. Allí, durante el año, devotos llevan regalos, limosnas y prendas como muestras de gratitud.
Las plegarias brotan en las voces de los creyentes. La oración se hace eco común. Los enfermos piden curarse. Las madres ruegan por los hijos y la hija hace votos por conocer al padre que nunca ha vuelto a ver.
Pueblos como Pimentel, Cabrera, Constanza, Hato Mayor, Imbert y Sabana Grande de Palenque, celebran sus fiestas patronales en honor a las Mercedes.
Finalmente y Amparado en la benevolencia de la virgen, aprovechamos la ocasión para suplicarle que haga un milagro sin precedente en la República Dominicana, para que los delincuentes no se conviertan en policías; así también suplicamos para que los ladrones no sigan incursionando en la política y que quienes la ejercen sirvan y ayuden a los más necesitados de esta hermosa y pródiga nación, ya cansada de esperar milagros de los gobiernos de turno.
